Blogia
Sakkarah

Mis charlas.

La suerte...

La suerte...

La suerte en la vida, depende mucho de las personas que uno conoce, porque para todo hay que tener padrinos. Unos trepan muy alto por su sociabilidad, otros, poco y con esfuerzo

Hay etapas que vamos superando casi sin darnos cuenta, y en ellas suele haber unos cambios basante sustanciales,aunque puedan pasar para nosotros como imperceptibles.

Vamos dejando huella, unos más profunda que otros; pero queda la señal de nuestro paso por las cosas. Hay lugares, aromas, palabras...que hablan de nosotros.

Coraje, la virtud necesaria para plantarle cara a la vida. No sólo hay obstáculos que salen sin preverlos, de manera misteriosa; los peores son los que nos ponemos unos a otros. La inmensa mayoría de los hombres construyen torreones y muros, en vez de puentes y balsas.

Sakkarah

La vida...

La vida...

La vida para algunos es igual a un regalo que se te hace, y cuando tú, ilusionado, lo vas a desenvolver, te dicen: no, ahora no, venga tienes que hacer esto, ya lo verás más tarde, y así se la pasan, como pidiendo permiso por algo que les pertenece.

Hay personas que se erigen en dueños y señores,con derecho a repartir los dones como buenamente les apetece. Lo peor de todo, es que tienen suerte y seguidores, al igual que personas que se lo consienten.

Deberíamos tomar la riendas, y no permitir que absolutamente nadie se atreva a dirigir un segundo de nuestra existencia; porque el que más o el que menos, en algunos aspectos, se deja llevar.

Sakkarah

El cuerpo...

El cuerpo...

El cuerpo es un armario lleno de pequeños cajones. Miles de emociones se guardan dentro: ira, alegría, incertidumbre, duda, amor, odio, asco...Los botones que hacen abrirlos son invisibles, y cada persona desde fuera toca uno diferente. Hay personas que tienen mando a distancia, y sólo tocan la ira, o el llanto. No todas son así, hay algunas con buen dedo.

Una mirada puede accionar mil botones. Tiene una fuerza inusitada. Un parpadeo puede borrar un sueño.

La nada es un armario cerrado a cal y canto.

Sakkarah

Hoy...

Hoy...

Hoy me vienen a la cabeza una serie de preguntas:

¿Somos objetivos?
¿Somos ecuánimes?
¿Somos iguales? (esto va por los derechos de igualdad)

Creo que algunas personas si son más objetivas que otras, aunque la objetividad sea relativa porque vemos las cosas desde nuestro prisma. Pero, hay personas con talante abierto, tolerantes; y hay otras cuadriculadas y fanáticas.

Para ser ecuánime, hay que tener un poco de psicología con las personas, y entender sus por qué. No hay que dejarse llevar por los sentimientos a la hora de serlo. Se puede ser ecuánime; pero...también con reservas, porque no siempre se puede uno vaciar de los cariños.

No somos iguales, eso es evidente; pero creo que si se pueden dar unas directrices de igualdad, unos patrones que se ajusten a las necesidades de la mayoría. En lo que sí nos igualamos siempre, y creo que no hay que olvidar, es como personas, como seres humanos. Esto sería para desarrollarlo mucho más, por supuesto.

Lo que si creo es que de las desigualdades que existen en el mundo, nadie tiene la culpa, sino nosotros mismos, el hombre. Hay en el mundo lo suficiente, para que todos vivamos con dignidad; pero...Hay ciudades como Dubai, y personas que la habitan.

Sakkarah

Me gustan...

Me gustan...

Me gustan las historias de naufragios, tengo la sensación de que pertenecen al mundo de los sueños. Al leer sobre ello, la imaginación enseguida vuela a sus últimos momentos, o a sus fastuosidades de a bordo cuando iba en calma.

Leo lo de El cisne negro, y la dispu.ta de la empresa de Estados Unidos con España. Aunque el barco no era español, transportaba en su gran mayoría dinero nuestro, la paga de los soldados españoles que estaban en Flandes. Además ha sido encontrado en aguas Españolas. Este barco había repostado en Cádiz. Se hundió en 1.641 y su nombre verdadero era Merchant Royal.

Murieron 18 de sus hombres de los cuales...nada quedará, quizá su espíritu por las aguas, o a lo mejor quedaron alojados en el corazón de las sirenas, quien sabe.

La embarcación dicen que portaba 100.000 monedas de oro, 400 lotes de plata mexicana y 500.000 monedas de plata. Parte pertenecería a España. Imagino los pobres soldados de Flandes pasando penurias, por el retraso de sus sueldos.

Tiene que ser una pasada ser submarinista, y ver aparecer los lingotes de oro y plata, además de otros restos; pero a la vez, tendría un miedo terrible a perder el aire y ahogarme allí. Aunque quien sabe si alguno de los que perecieron de la tripulación vendría a tomarme de la mano para llevarme con él...Me lo imaginaré guapo.

Sakkarah

Leí...

Leí...

Leí que alguien decía que somos flores y estamos llamados a aromar la tierra...¡Se necesita fe! Yo aún tengo un poco, pero no tanta como para pensar que somos flores. Casi se podría decir que ni aun a cardos llegamos muchas veces.

Lo que si es cierto, es que la mayoría de nuestras dolencias provienen de nuestro carácter, de nuestras acciones. No estar en paz con nosotros mismos, ni con el resto, genera una serie de molestias importantes. Incluso la mayoría de los llamados virus, no son otra cosa que la consecuencia de nuestro mal estar.

A veces quisiera recuperar parte de esa fe que ya perdí; pero es mejor que tenga menos, porque a la ingenuidad le llueven estacazos. De esta forma, al menos, los espero.

Sakkarah

No creo...

No creo...

No creo que al nacer, nuestra mente sea una hoja en blanco. Sí es cierto que en ella se va a ir grabando cada impresión, y que todo ello hará de nosotros lo que somos; pero pienso que ya trae un pequeño código escrito que nos hará diferentes. De tal manera, dos personas con las mismas vivencias, no las sentirán de igual forma.

Yo me pregunto si todo se puede aprender. Siempre he oído decir: "lo que haga esa persona, lo podría hacer yo, todo es cuestión de proponérselo". Yo no estoy tan segura de esto, de hecho hay personas a los que se le da bien las manualidades, cuando otras son negadas para ello. Quiero decir que cada uno tenemos facultades diferentes, y que quizá haya cosas que no podamos aprender.

Sakkarah

El arte...

El arte...

El arte es una de las facetas del hombre de la cual se debería sentir más orgulloso, y leyendo lo que sucede con las siete maravillas del mundo, se cae el alma a los pies.

La Gran Muralla china se recorre con karts que la deterioran. Resulta gracioso que hayan puesto un chiringuito de venta de bebidas en uno de sus torreones.

En Luxor, los visitantes van llevándose trozos de sus ruinas. La construcción de la presa de Asuán, hace que el Nilo acumule sal en sus orillas, lo cual contribuye a la erosión del templo

Al Machu Picchu acuden medio millón de personas al año, y el desarrollo en sus alrededores puede hacer más grave el problema de los movimientos de tierra, con lo cual se podrían desplazar.

Venecia se va hundiendo un centímetro por siglo, y en eso tienen que ver las grandes olas que provocan los cargueros y cruceros que navegan cerca de allí. También el agua que bombean del subsuelo las industrias del lugar.

En Babilonia, los militares estadounidenses han construido trincheras en sus ruinas.

El Triángulo de Coral de Indonesia, se ve amenazado por el exceso de pesca y métodos que se utilizan, como el uso de explosivos.

El hombre, al igual que artista y creador, es el mayor destructor. Penoso, pero cierto.

Sakkarah

No creo...

No creo...

No creo que el pasado sea recuperable, sólo se puede revivir en el pensamiento, porque las segundas partes, nunca son iguales. Eso no quiere decir que no puedan ser mejores, quizá sí, porque ya se sabe más.

Se aprende de lo que vivimos, pero no lo suficiente; y si no se aprende más, es porque cuando las cosas no han ido bien, nos preguntamos que hizo mal el otro, no terminamos de admitir lo que en nosotros falló; o lo admitimos con muchas reservas.

No siempre se nos da una segunda oportunidad, la de vivir todo aquello que fue bello e importante para nosotros, al menos, no con la misma persona.

La nostalgia es como la levadura, va llenando todo hueco que corre el peligro de quedar vacío. Lo ocupa y lo engalana de tal forma que, a veces, nos gusta ir a ocuparlo.

Sakkarah

Las horas...

Las horas...

Las horas hacen pliegues escondiendo los momentos en los cajones del recuerdo. La mente, como un libro, va pasando páginas leídas; y los pétalos caen sobre lo vivido.

Siempre extraños ante los nuevos acontecimientos, y siempre con la mano agitándose en adioses.

En nuestros interiores, los abrazos cuelgan, y los besos tatúan colores en el alma. Se pierden las espaldas ante la lágrima, y mueren presurosos los suspiros.

Cada gesto no despide de nosotros mismos, cada aliento pasa a ser evocado.

Humo.

Puede...

Puede...

Autor imagen: Paulo Franco

Puede que el arte vaya más allá de lo que tenemos catalogado. Que arte sea todo trabajo sin esfuerzo y con gusto. Es nuestra expresión, pero la más bella, la que se hace por placer. Todos somos partícipes de la cultura, todos tenemos parte en ella, todos aportamos.

La manifestación artística entra por los ojos, hace penetrar la belleza en el otro, y por lo tanto crea un clima armónico que rompe con la fealdad. Dicen que a la pobreza se le niega el acceso al arte, y yo no estoy de acuerdo en ello, es más, puede que sean los mayores artistas; los que de casi nada pueden crear una ilusión. Quizá la mayor creatividad resida en ellos.

Sakkarah

La vida...

La vida...

La vida, desde que somos niños, con la muerte y separación de las cosas, nos enseña el dolor. Y a mí me han enseñado por añadido, la muerte de algo por amarlo en exceso. Quizá esta última muerte es más dolorosa que el resto.

Recuerdo bien, un pájaro desvalido que de pequeña cogí en una calle. Lo llevé a casa, lo mimé y cuidé hasta el exceso; y un día en que por unas horas me tenía que mantener alejada de él. Le dejé un gran tazón de leche dentro de su jaula, para que no le faltara de nada. El dolor llegó a mi, al verle ahogado en el, a mi vuelta. Ya siendo mayor, me pasó igual con un periquito, por exponerlo al sol pensando que hacía un bien.

No me ha sucedido con las personas, pero es aplicable igual aunque la muerte tenga otro sentido que la de de la carne. He podido comprobar, que no hay nada más propicio para matar el amor del otro, que amarle en exceso. Cuanto uno más da, menos le entienden; y, por añadido, cuando alguien cree tener el amor de la otra persona al cien por cien, lo descuida. Cuidamos, y nos preocupamos, por las cosas que no tenemos seguras. Según las aseguramos, las desechamos.

Sakkarah

Sí es cierto...

Sí es cierto...

Sí es cierto que la causa de las cosas la podemos hallar en el pasado, pero no todo, simplemente algunas que respondan a una fijación importante. Las cosas que nos impactan nos dejan huella y aprendizaje.

Hay muchas formas de pasar la vida, una de ellas es ir adaptándonos a lo que nos presenta; la otra, mucho más rica, es intentando hacerse un sitio con nuestro sello y creatividad. Yo pienso que somos creadores, que tenemos una obra para continuar, y hay mucho por hacer, tanto como para lo que de la imaginación de cada uno. No obstante, perdemos mucho tiempo, aunque quizá no se pierda, ya que pensar es importante, o tomarse descansos. También, cada persona, tendrá su ritmo amoldado a sus circunstancias.

Sakkarah

Se me va el pensamiento...

Se me va el pensamiento...

Se me va el pensamiento a tiempos de los esclavos, y no lo concibo. No concibo que el hombre tuviera la idea de esclavizar al hombre, ni que ningún humano se sintiera con derechos sobre otro igual, y con tal convencimiento.

Imagino que los que nacieran ya bajo la condición de esclavos, lo asumirían con naturalidad, pero el asombro de su alma debería ser tremendo cuando advirtiesen la suerte de vida de sus ?amos?. Sus sueños siempre rondarían el poder vivir como ellos.

Lo peor de estos casos es que si ellos tuvieran la oportunidad de llegar a ser amos, a lo mejor seguían esclavizando. Pasa con los nuevos ricos, que se olvidan de su condición.

Es difícil entender este tipo de cosas, al igual que las jerarquías nacidas del poder o del dinero. No puedo entender que el hombre no considere al resto como iguales

Sakkarah

Hay cosas...

Hay cosas...

Hay cosas extrañas en la vida. Yo recuerdo cantar canciones que venían a mi mente sin haberlas escuchado nunca. En aquel entonces pensaba: será que ya viví otra vida con anterioridad, será que es cierto eso de la reencarnación. Ahora no sé que pensar, pero cuando aquello me decía a mí misma que habría sido bailarina. Claro como me gusta tanto el baile...era una forma de sentirme importante, pues al fin y al cabo era una niña.

Sakkarah

Estamos...

Estamos...

Autor imagen: Amanda Com

Estamos repletos de ausencias, somos ausencia. Es por esa razón por la que el deseo se apodera siempre de nosotros, y en caso de faltarnos, alejamos y alargamos lo ausente para poder vivir justificados.

Somos trocitos de vacío que vamos buscando un lugar para "ser", y no nos damos cuenta que acudirá a nosotros lo que nos llenará.

Sakkarah

No siempre...

No siempre...

Autor imagen: Sam Toft

No siempre es malo soñar, Antilia era mencionada por Aristóteles y pertenecía al reino de la fantasía. Hoy podemos visitar Las Antillas

Se creía que en ellas se encontraba la fuente de la juventud. Esta aún no se ha encontrado; pero es que en cuanto vemos aparecer una arruga ya nos echamos a morir y nos prohibimos mil cosas: ropas, gestos, actitudes, etc. ,que nos parecen desfasadas para nuestra edad. Nosotros mismos nos ponemos los límites, y de ahí viene la dificultad de encontrar esa fuente.

Hay que dejar siempre un camino abierto para los sueños. Será la única forma de poder encontrarnos con los lagos de aguas transparentes, con los dorados pétalos de las flores cuando las abraza el sol, con los árboles de ramas plagadas de las más hermosas aves, con el amor...

Sakkarah

Dicen...

Dicen...

Dicen que por la boca muere el pez, y que verdad es...¡Cuántas veces hubiera sido preferible haber callado...! Y, a la vez, ¡cuántas veces nos callamos cuando debemos hablar...!

A veces se nos escapan las palabras como si llevaran un resorte, son las que nos mueve la ira. Parece que nos van a tapar la boca, y por eso la soltamos de manera atropellada, pero...no siempre son ciertas. Hay ocasiones que sólo se dicen por el simple placer de hacer daño en respuesta a algo que nos hizo daño. Es difícil recoger la palabra, mejor dicho, imposible y, aunque haya perdón, la palabra tiende a grabarse a fuego en el otro. Seguramente esa es la razón por la cual, en las peleas, se sacan todos los trapos sucios.

¡Qué difícil se hace recordar contar hasta diez antes de hablar...!

Sakkarah

Cada persona...

Cada persona...

Cada persona es un mundo. Ante el dolor todos reaccionamos de forma diferente, lo mismo sucede con el resto de las cosas. También es verdad que nos pueden infligir diversos tipos de dolor. Al referirme al dolor me refiero al psíquico en este caso.

El dolor que puede producir el fracaso tras una ilusión, lo afrontamos de manera diferente. Para muchos es una enseñanza para no volver a dar los mismos pasos, pero no así paro los que caen una y otra vez. En este último caso se encuentran los empecinados por seguir creyendo, por confiar en lo que siempre confiaron.

Los hay, que tras el dolor dicen no querer seguir caminando; pero se diga como se diga, los pasos siguen aunque sean más inseguros, aunque sean pasos arrastrados por el peso que se lleva; pero todo el mundo sigue adelante. En lo que sí estamos casi todos de acuerdo es en la dificultad de la vida, aunque yo diría que somos nosotros mismos quienes la complicamos; que hay muchas cosas con soluciones simples y que son nuestros miedos quienes nos frenan.

Sakkarah

Cada uno...

Cada uno...

Cada uno lee con sus ojos, con su mirada del mundo. El mismo libro es diferente en distintas manos, y escapa siempre del pensamiento de su autor. El escritor ofrece muchos mundos imaginarios, los que esparce la editorial.

Todo pensamiento es una acción futura, o sea, que los libros en cierta medida son responsables de algunas de nuestras acciones. Excitan nuestra imaginación para poder soñar, para poder crear...

Sakkarah