La vida...
La vida, desde que somos niños, con la muerte y separación de las cosas, nos enseña el dolor. Y a mí me han enseñado por añadido, la muerte de algo por amarlo en exceso. Quizá esta última muerte es más dolorosa que el resto.
Recuerdo bien, un pájaro desvalido que de pequeña cogí en una calle. Lo llevé a casa, lo mimé y cuidé hasta el exceso; y un día en que por unas horas me tenía que mantener alejada de él. Le dejé un gran tazón de leche dentro de su jaula, para que no le faltara de nada. El dolor llegó a mi, al verle ahogado en el, a mi vuelta. Ya siendo mayor, me pasó igual con un periquito, por exponerlo al sol pensando que hacía un bien.
No me ha sucedido con las personas, pero es aplicable igual aunque la muerte tenga otro sentido que la de de la carne. He podido comprobar, que no hay nada más propicio para matar el amor del otro, que amarle en exceso. Cuanto uno más da, menos le entienden; y, por añadido, cuando alguien cree tener el amor de la otra persona al cien por cien, lo descuida. Cuidamos, y nos preocupamos, por las cosas que no tenemos seguras. Según las aseguramos, las desechamos.
Sakkarah
8 comentarios
Sakkarah -
Un beso muy gande.
Pedro -
Sólo de lo negado
canta el Hombre,
sólo de lo prohibido,
sólo de la añoranza,
siempre de lo mismo
...
Saludos ...
Sakkarah -
Puedes comentar lo que quieras con tranquilidad
Un beso, Alberto.
Alberto -
Un beso y perdón por comentar a un comentario (no pude aguantarme)
Sakkarah -
Un beso.
Sakkarah -
Un beso.
Alberto -
Ahora pienso tambien que en cuestiones de amor es siempre mejor amar en exceso, que dar demasiado poco. Lo digo, por que aunque la cosa no funcione, la otra persona nunca podrá decir que fue por que no la queríamos. En fin, no se, tonterías mías.
Un beso.
amor y libertad -
beso