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Sakkarah

Mis charlas.

En la imaginación...

En la imaginación...

En la imaginación todo es posible, y por ella he dado grandes viajes; pero ahora me gusta quedarme con lo que es totalmente cercano a mis sentidos, con lo que se presenta sin evadirse. Los pies notan el cansancio de los caminos andados en busca de la ilusión, y hoy siento la seguridad de que viviendo la rutina, se me presentara sola.

 

Reconozco que es poco ambicioso lo que hoy me propongo, pero el alma necesita descanso.

 

La vida nos pone pocos límites a nuestra libertad, pero nosotros mismos, los humanos, nos la acotamos y se la acotamos al resto. Los mismos sentimientos suelen ser una carga en el camino hacia la libertad.

 

¿Todo es posible aún? Hace días hubiera dicho que sí, y hoy tengo mis dudas.

Sakkarah

Hay veces...

Hay veces...

Hay veces que para decir algo, damos mil vueltas, expresamos mil cosas cercanas, pero sin completa relación con lo que queremos contar. A mí me suele gustar resumir, lo que se dice ir al grano. No sé si es bueno, seguramente no; pero a los impacientes como yo les vendrá bien que se condense todo lo más posible.

 

Yo admiro a las personas fértiles con la palabra, las que tienen labia. Envuelven. Me suelo quedar extasiada mientras los escucho o leo; pero si me pusiera a intentarlo…no puedo. Supongo que como la mayoría de las cosas, va en la esencia de la persona.

 

Postergar un final con la palabra, requiere mucho arte, puede que también una mente aguda.

Sakkarah

Vivimos...

Vivimos...

Autor imagen: Faboarts

Vivimos en función de una especie de promesa: la felicidad. El caso es que asoma y se deja ver de vez en cuando, pero cuando más entusiasmados estamos, desaparece.

 

Algunos ya dicen que es algo efímero, pero aún así, encaminan sus pasos hacia el sueño de eternizarla.

 

Yo creo que la felicidad, como concepto que se alarga en el tiempo, no existe, y que es tontería buscar algo que ya tenemos demostrado que no es posible que encontremos. Lo que sí es mucho más factible, es crear momentos y espacios, para que haga su presencia aunque sea ocasionalmente.

 

La vida es puro experimento, y eso es su parte interesante, todas las experiencias que nos llevan a sufrir o reír, a sentir; que es, en definitiva, lo que nos hace estar vivos.

Sakkarah

Poder

Poder

¿Toda relación entre los hombres, se hace en un marco de "Poder"?. A veces pienso que sí, que siempre hay uno que domina, y otro que se deja dominar; y que este a su vez domina al otro. Quizá eso es lo que haga que en el mundo existan unas diferecias tan abismales de clases.

Unas veces se obstenta el poder porque otros lo acatan, pero en ocasiones (las más) a la fuerza. Creo que el término cooperación no está escrito en nuestras mentes. Primero la aceptación de las diferencias, y la riqueza que esto conlleva, y después interacción. Saber que todos somos necesarios, y que interactuando progresremos.

Todo son plabras, en la realidad debe ser más fácil pisar al otro. Parece ser que con eso vamos probando nuestra valía. Seguramente lo que tenemos mal entendida es la escala de valores.

Sakkarah

Parece...

Parece...

Parece que en los tiempos que corren, se va olvidando ya el dar limosnas (lo que sobra), como quien hace favores, como el que perdona la vida.

 

No me gusta ese tipo de caridad mal entendida. El que quiere ayudar, o se da a sí mismo, o sea, su trabajo, o  da parte de lo que necesita, y de igual a igual; las clases sobran cuando nos medimos como seres humanos.

 

Lo malo es que hemos pasado a no hacer nada por nadie, ni humillamos, ni ayudamos, pasamos; y esto sí es peor.

Sakkarah

Cada día...

Cada día...

Cada día estoy más convencida de que no nos debemos comparar con nadie. Aunque nos pudiera servir para superarnos, creo que es suficiente con que tomemos conciencia de que podemos ser mejores, y que debemos serlo.

 

Una cosa es aprender de nuestra vida en sociedad, aprender del otro; y otra muy diferente es compararse. Al compararnos, inconscientemente imitamos, o podemos caer en la tentación de intentar parecernos, y eso nos haría perder parte de nuestra esencia.

 

En el fondo todos nos parecemos, pues todos sentimos, sufrimos, reímos, etc; pero cada sentimiento lo hace uno mismo diferente. Una sonrisa no desprende lo mismo de uno u otro, siempre depende de quien salga.

 

Todos damos un toque diferente a las cosas, y pienso que eso es lo interesante, y lo que da sabor a la vida.

Sakkarah

siempre...

siempre...

Siempre viajamos hacia lo desconocido, y el presente es una atalaya desde donde miramos lo perdido, e intentamos descifrar sin éxito el futuro.

 

Andamos perdidos en la llanura inmensa del siguiente instante, y nos rodean montañas inexpugnables. Gigantes misteriosos que rozan el cielo que no nos permiten planear. Como topos nos escondemos a llorar nuestra impotencia, sin saber que por esos subterráneos, corre cristalina el agua.

 

No sabemos beber la dicha, y se escancia entre los dedos, hasta tocar un fondo que no nos pertenece; pero hay muchos montículos, desde los cuales seguiremos ensayando los fallidos vuelos.

Sakkarah

Una vez...

Una vez...

Autor imagen: Selina Fenech

Una vez alguien me dijo que los sueños están hechos para los valientes, y así es; pero no sólo los sueños, sino también la vida. No es lo mismo vivir corriendo hacia delante, sin ver los obstáculos; a ir despacio, y no llegar casi nunca. Ir con retraso.

 

El valor tiene una llave. De mi llavero cuelgan manojos, pero son pocas las que utilizo. El miedo es un brujo que invoca a traviesos demonios, y estos salen prestos a atormentarte.

 

El misterio se ofrece siempre a ser descubierto. Se viste sus mejores trajes para estar apuesto. Su entrada es oscura como un tren de la bruja, y hay que estar dispuestos a recibir escobazos, pues a la larga, merece la pena.

Sakkarah

No es fácil...

No es fácil...

No es fácil cambiar el rumbo del pensamiento. El es rebelde y díscolo, se contradice siempre. Te hace razonar unos hechos, para después impulsarte a los contrarios. Es como si jugara contigo, como si quisiera admirarte en un abanico de reacciones diferentes.

 

Estoy a su merced, el me gobierna y me hace inconstante en mis decisiones.

 

La mayoría de las veces me arroja al foso de los leones, donde peleo con fuerza por salvarme; al final ya me dejo devorar por ellos. Se ha convertido en algo fácil dejarse morir, ya que el, de nuevo me da vida.

Sakkarah

No sé...

No sé...

No sé si es bueno ser propenso a la vagancia, pero tanto relax, después deja un mal gusto de boca, pues uno se detiene a pensar cuánto tiempo ha perdido sin vivirlo, en un descanso prácticamente inactivo.

 

Por otra parte, el que trabaja en algo que no le gusta, también tiene que tener el regusto amargo de la pérdida de vida. Ya se sabe que en la vida se hace indispensable el trabajo, pero no es lo mismo hacerlo con alegría, que con incomodidad.

 

Alguien puede pensar que la cosa está en aceptar lo que hay, que es la mejor manera de ser feliz; pero esto es más bien una palabrería fácil, de esa que queda muy bien decirlo, pero en la práctica cuesta mucho, o es casi imposible.

 

La vida está mal hecha, y somos los únicos culpables. Seguramente es que las normas a las cuales nos atenemos, tienen una mala base, o una base que no se adapta al bien de la mayoría.

 

Deberíamos tener mucha más capacidad de elección, pero depende de tantas cosas…

Sakkarah

El poder.

El poder.

El poder siempre ofrece sus escaños para que los hombres suban. A cada escaño le corresponde una corona de laureles que conecta con el narcisismo, despotismo, y egoísmo. La sabiduría adquirida con cada fracaso por el pueblo, por cada uno de nosotros, no nos libra de seguir desfilando camino de ocuparlos.

 

Aún no termino de explicarme, como el hombre, se siente bien cuando sabe que tiene al resto bajo sus pies. ¿Por qué creerse importante en esas situaciones? Supongo que en el fondo, corremos tras la adulación, y nos importa demasiado que piense el resto de nosotros. Hay un tipo de alabanzas que no son naturales, que se compran, pero aún sabiéndolo, nos queremos hacer con ellas a costa de lo que sea.

 

Es como si todos fuéramos capaces de vendernos por un plato de lentejas, y seguramente, el regusto que deja, debe ser amargo.

Sakkarah

Me gustan...

Me gustan...

Me gusta lo secreto, y hay veces que te has pasado años tras el misterio, con la ilusión de encontrar un tesoro. Un día, se hace la luz, y te das cuenta que lo que hay detrás de la intriga es algo ruin, que los velos de lo oculto sólo eran capas que intentaban tapar algo sucio.

 

Suele pasar que lo que menos vale, se debe cubrir con ínfulas extrañas para no dejar ver su miseria.

 

No, no siempre es bueno correr tras lo enigmático. La desilusión es descomunal.

Sakkarah

A las personas...

A las personas...

Autor imagen: Nemesio Rubio

 

 

A las personas se las conoce, no sólo por lo que hacen, sino que también por lo que dicen; y si dicen y no hacen…se las conoce aún mejor.

Somos como moscas atrapadas en tela de araña, necesitamos de la historia de nuestros pueblos, de nuestros antepasados, de los recuerdos. Son hilos sutiles a los que vamos siempre atados. Damos pasos hacia delante, pero en seguida tiramos del hilo del pasado, paro no romperlo. Es como si necesitáramos apoyos, bases, ejemplos.

No somos autosuficientes, somos siempre apéndices de algo.

 

 

Sakkarah

Una cadena...

Una cadena...

Una cadena invisible, cortada en algunos tramos, pero inexplicablemente continua a pesar de ello, une a los que conservan aún, corazón entre los humanos.

 

Aquel niño que lo tomaba todo de la vida, y que lo absorbía todo con expresión de sorpresa, fue muriendo en los adultos, y el despertar nos fue añadiendo la malicia, las envidias, la avaricia…Hemos llegado al “todo vale” por conseguir lo nuestro, y somos seres sociales para lo que nos conviene.

 

Pero, por suerte, la música aún nos puede tocar el alma, y hacernos vibrar. Aún vive algún sentimiento, aunque a veces queden rezagados en lo más recóndito.

 

El viento, a veces, nos insufla estímulos en el alma.

Sakkarah

Cuando...

Cuando...

Cuando se escribe, las letras son el desecho de lo ya acontecido con anterioridad, por eso no es muy extraño que cuando se hable del dolor ya haya sido expulsado de si.

Creer que las cosas nos vienen ya dadas, que el destino nos marca, nos frena en nuestras posibilidades. Desistimos de intentar pensando en que para nosotros no será posible.

Yo no termino de desechar al destino, pero habrá que pensar, que siempre trae consigo la opción de cambiarlo, desviarlo.

Cuando a la persona que escribe, le viene una aridez continuada, acude esta lucha por cambiar lo evidente; pero no siempre se puede, la inspiración se resiste, y en el escritor consagrado es un palo, un cortarle el vuelo de manera repentina.

Así en cualquier plano de la existencia. La lucha titánica que a veces agota, y que quizá sea la culpable de que nos volvamos cómodos. Una lucha que sostenemos todos, pero que algunos saben disfrazar.

Como decía Roberto Arlt: "Nadie se imagina el drama escondido bajo las líneas de mi rostro sereno"

Sakkarah

Hay situaciones...

Hay situaciones...

Hay situaciones muy comunes en la vida, que se han dado a través de los tiempos. La mitología también nos la refleja.

Por ejemplo un mito que me gusta es el de Andrómeda y Perseo. Hay quienes dicen que la mujer siempre se sale con la suya, y en este mito tenemos a Andrómeda, cuyo significado en el griego antiguo es: gobernante de los hombres.

Yo creo en el amor, pero en ese amor que a uno le hace valiente para afrontarlo todo, y para no ocultarse de nada. De ese amor que se luce con orgullo de tenerlo. No siempre el amor se muestra así. Hay personas a las que les falta valor. Quizá amen mucho, pero no son capaces de perder nada por nadie.

Perseo la amaba con locura. No le importo luchar con el monstruo para poder liberarla. Llevaba la fuerza de su amor, y la cabeza de Medusa con la que le convirtió en coral.

Ocurre también en la vida, que hay personas que incumplen las promesas. Cuando han conseguido lo que deseaban, ya no se acuerdan de todo lo que ofrecieron. Eso le pasó a Casiopea, la madre de Andrómeda, que una vez que fue Perseo a casarse, esta no lo consentía, porque la tenía prometida a Agenor.

El acabó con todos, y terminó casándose felizmente; pero aquí se nos presenta otra situación de la que aún queda algún vestigio, como el considerar a la mujer un objeto, o una mercancía. Nunca le preguntaron a Andrómeda si quería o no casarse. Imagino que ella también le amaría, pero si no lo hubiera hecho, le hubiera dado igual.

Nunca me han gustado los corales, y no encuentro la razón, son bonitos. Ahora ya tengo un motivo, son trocitos del monstruo Ceto.


Sakkarah

Me gusta...

Me gusta...

Me gusta Bécquer, dicen que su vida estuvo marcada por la pobreza, y la enfermedad; pero muy por encima la marcó el amor.

Se cuenta que paseando por El Retiro, vio asomada a un balcón a Julia Espín, hija de músico. Él se buscó la manera de acercarse a ella y conocerla. La amó mucho, pero no fue del todo correspondido según se rumorea. También cuentan que se casó con otra para olvidarla (que triste). Su mujer nunca le entendió.

Esta parece ser la historia, aunque Julio Nombela negó que llegara a conocer a Julia Espín. De todas formas, como prueba de que la conoció, está el álbum con dibujos de Bécquer que esta poseía y que se ha dado a conocer. Como buen romántico, las calaveras se hacen muy presentes en sus dibujos, incluso las tiene jugando al tenis con una cabeza.

Julia en la cabecera de uno de los álbumes, pone un escrito en italiano donde advierte la infelicidad que aguarda al enamorado que confía en la sonrisa del amor. Esto era como una profecía del final que iba a tener Bécquer.

¡Que poco consciente fue él de su valor, y de la admiración que a través del tiempo le esperaba! Nació para el arte, se envolvió en él. Incluso para enamorarse, lo hizo con la hija de un músico.

Sakkarah

Si al mecer las azules campanillas
de tu balcón,
crees que suspirando pasa el viento
murmurador,
sabe que, oculto entre las verdes hojas,
suspiro yo.
Si al resonar confuso a tus espaldas
vago rumor,
crees que por tu nombre te ha llamado
lejana voz,
sabe que, entre las sombras que te cercan,
te llamo yo.
Si se turba medroso en la alta noche
tu corazón,
al sentir en tus labios un aliento
abrasador,
sabe que, aunque invisible, al lado tuyo,
respiro yo.

Becquer

No son buenas las normas.

No son buenas las normas.

No son buenas las normas, no me gustan, pues hacen estragos con la libertad. Nos fiamos de ellas y por ellas juzgamos al resto, cuando en realidad, cada uno es totalmente diferente, y no puede ser que sea guiado por las mismas cosas que el otro.

El respeto sí, el respeto al otro, si es que no es innato a nosotros, si se debe enseñar. El principio de aceptar que el otro es diferente y no tiene por qué ser como a nosotros nos apetece. Y el hecho de saber que somos muy libres en nuestra actuación, pero que esa libertad nunca puede implicar dañar al otro.

La norma es una de las principales fuentes de mentira, como lo son todas las justificaciones que queremos poner a no comportarnos de esa manera que nos dictan. De ahí nace la hipocresía, porque nos han inculcado que hay que vivir de una manera, y tenemos que fingir para poder ser parecidos al resto.

Y todo queda en un círculo superior de personas, que se suben al carro a menear el cotarro, y a beneficiarse del resto. Ellos las hacen de tal manera que el resto pueda quedar alienado, y a su merced.

No, no me gustan las normas, y me he criado con ellas atosigándome. Seguramente hay una parte de mí que no pudo desarrollarse del todo debido a ellas. Quizá amordazaron muchas cosas para siempre.

Sakkarah

Parece ser...

Parece ser...

Parece ser que no todo en la teoría de la evolución está dicho...Se supone que para pasar del agua a la tierra, deberían los animales desarrollar sus pulmones, pero han descubierto una rana, que le sucede lo contrario: ha abandonado sus pulmones, no le son necesarios, por lo visto esto le ha pasado también a alguna salamandra.

¿Y si resulta que toda la evolución fuera al contrario de cómo la pensamos? ¿A que estamos abocados a convertirnos?

En su día se encontró un fósil de un pez, en transición a animal con cuatro patas, el Tiktaalik. ¿Si hubiera sido al revés, el animal tetrápodo convirtiéndose en pez? No, no será así, pero por imaginar que no quede.

Pongo la imagen de la rana sin pulmones.

Sakkarah

La vida...

La vida...

La vida, al igual que las personas, es como una bella potranca salvaje que no deja poseerse. Puede que tras mucho esfuerzo lleguemos a acariciarla, pero al querer imponernos, nos tira.

Es tal la belleza de las cosas, que nos gustaría hacerlas nuestras; somos egoístas en nuestros amores, en nuestros deseos. Realmente sólo queremos compartir lo que no despierta nuestras pasiones, y todos somos igual. De ahí las luchas que no conducen a ninguna parte, porque nacemos desnudos, y así partiremos.

Un día te das cuenta de ello, y decides que ya no lucharás por nada, porque nada te pertenece. Ese día recuperas la armonía, pero sabiendo de sobra que sólo durará hasta que algo vuelva a hacer poner tu corazón en guardia.

Sakkarah