El poder.
El poder siempre ofrece sus escaños para que los hombres suban. A cada escaño le corresponde una corona de laureles que conecta con el narcisismo, despotismo, y egoísmo. La sabiduría adquirida con cada fracaso por el pueblo, por cada uno de nosotros, no nos libra de seguir desfilando camino de ocuparlos.
Aún no termino de explicarme, como el hombre, se siente bien cuando sabe que tiene al resto bajo sus pies. ¿Por qué creerse importante en esas situaciones? Supongo que en el fondo, corremos tras la adulación, y nos importa demasiado que piense el resto de nosotros. Hay un tipo de alabanzas que no son naturales, que se compran, pero aún sabiéndolo, nos queremos hacer con ellas a costa de lo que sea.
Es como si todos fuéramos capaces de vendernos por un plato de lentejas, y seguramente, el regusto que deja, debe ser amargo.
Sakkarah
10 comentarios
Sakkarah -
Un beso.
Sakkarah -
Entiendo que no siempre se puede pasar. Yo también te recuerdo siempre.
Un beso.
darilea -
Un saludo.
ElPoeta -
V.
Sakkarah -
Muchos besos.
erik -
Dejemos esas elucubraciones para horas menos oniricas.
Ahora solo lo fantastico e irreal tiene cabida .
Un Beso grande ¡Nena!
Sakkarah -
Muchos besos, esto está embrujado.
Javier Luján -
Sobre lo del poder, mejor no hablar. Dale un uniforme a un conserje de colegio y se cree capitán general. ¿Será que todos somos un poco sádicos y nos gusta someter a los demás?
Nos vemos. Mua.
Sakkarah -
Muchos besos.
jnj -
¿Todos tenemos un precio?
Tal vez.