Blogia
Sakkarah

El poder.

El poder.

El poder siempre ofrece sus escaños para que los hombres suban. A cada escaño le corresponde una corona de laureles que conecta con el narcisismo, despotismo, y egoísmo. La sabiduría adquirida con cada fracaso por el pueblo, por cada uno de nosotros, no nos libra de seguir desfilando camino de ocuparlos.

 

Aún no termino de explicarme, como el hombre, se siente bien cuando sabe que tiene al resto bajo sus pies. ¿Por qué creerse importante en esas situaciones? Supongo que en el fondo, corremos tras la adulación, y nos importa demasiado que piense el resto de nosotros. Hay un tipo de alabanzas que no son naturales, que se compran, pero aún sabiéndolo, nos queremos hacer con ellas a costa de lo que sea.

 

Es como si todos fuéramos capaces de vendernos por un plato de lentejas, y seguramente, el regusto que deja, debe ser amargo.

Sakkarah

10 comentarios

Sakkarah -

Sí, Darilea, hay personas así.

Un beso.

Sakkarah -

Es cierto, poeta, que sabernos controlar a nosotros mismos, es todo un reto...Quizá por ser difícil, se busca el controlar a otros.

Entiendo que no siempre se puede pasar. Yo también te recuerdo siempre.

Un beso.

darilea -

Hay quien es capaz de verder su alma al mismo diablo por conseguir lo que se propone.
Un saludo.

ElPoeta -

Preciosa, nunca he entendido ese afan de poder, de dominar. Me parece que el verdadero reto está en saber controlarse uno mismo, lo que es mucho más complicado que engatusar a otros para satisfacer nuestra vanidad. Disculpa mis ausencias... Sabes que no podría olvidarte. Besos,
V.

Sakkarah -

Jo, Erik, me da mucha alegría encontrar al hombre perdido, aunque me sale en el correo, y aquí no...Eso es que tú me traes las brujas, eh?

Muchos besos.

erik -

Me imagino que afortunadamente a estas horas, ya no me venderia ni por todo el arroz del mundo.

Dejemos esas elucubraciones para horas menos oniricas.
Ahora solo lo fantastico e irreal tiene cabida .

Un Beso grande ¡Nena!

Sakkarah -

Eso parece, Javier. Me da mucha alegría verte, aunque...te vi en el correo, y aquí no sale, jajajaja.

Muchos besos, esto está embrujado.

Javier Luján -

Hola, Sakkarah, antes de nada un besito y todo mi cariño para ti.
Sobre lo del poder, mejor no hablar. Dale un uniforme a un conserje de colegio y se cree capitán general. ¿Será que todos somos un poco sádicos y nos gusta someter a los demás?
Nos vemos. Mua.

Sakkarah -

Yo creo que tú no tienes precio, y si lo tuvieras, sería tan alto que nadie te podría comprar.

Muchos besos.

jnj -

Las lentejas, si las quieres las tomas y si no... A mí no me gustan ni las que guisa la santa paciencia culinaria de mi mami.

¿Todos tenemos un precio?
Tal vez.