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Sakkarah

Mi poesía

En tus ojos.

En tus ojos.

Autor imagen: Olbinski

En tus ojos

un vehículo que conduce a un infierno apasionado.

Allí las fuentes y los sembrados donde calmar hambre y sed.

Donde la piel te hace un surco horadado por el tiempo,

yo deposito mis labios para curar el pasado.

 

Sakkarah

amor

Hay...

Hay...

Hay un anaranjado atardecer

que hace juego con los girasoles.

Y aquí dentro, en mi pecho,

nace una sensación que no se calma.

Una espera que late y suspira

por sentir aquel ocaso

que dio paso a esta noche cerrada

en la que voy trenzando esperanza entre los chopos.

 

Sakkarah

 

Cultivo...

Cultivo...

Autor imagen: Elena Bond

Cultivo un terreno para que acudan a el las estaciones.

La telaraña cuelga rota sin futuros.

Yo no me descuelgo por las lianas que me tiende el tiempo,

pero aún el fuego arrebata mis árboles

 

Sakkarah

A tus pies...

A tus pies...

A tus pies me llevan las aguas,

soy una tabla de naufragio

medio oculta por la espuma.

 

Mi voz no llega a canto de sirena,

y el tono lo apaga la profundidad del mar.

 

He arrastrado corales que ofrecerte,

llevo el olor de las estrellas marinas;

pero tú sólo has reparado en la madera podrida.

 

Sakkarah

Iré contigo...

Iré contigo...

Iré contigo al lugar donde la luna duerme.

Allí el rayo nace, y la lluvia se aposenta.

En el pico más alto de una montaña abrupta,

viviremos los dos.

 

Baja de tu haz de luz a tomar mi mano,

revienta el mármol vetado que me cubre.

He de ser junto a ti la lumbre que da calor a la tierra.

 

Aparta esta cortina de bruma que hoy nos separa,

y toma el azahar de los naranjos que dan vida a este huerto.

 

Sakkarah

Las horas de mi vida.

Cerrar música de fondo al final de la página.




Yo no entiendo mucho, y además, un montaje tan bello, seguro que no me saldría. Es un regalo de Belen y Pedro. Son todo unos artistas, y personas muy generosas.

Nunca podría agradecer con nada todo lo que recibo de cariño y atención.

Gracias...y todo mi cariño.

El ave...

El ave...

El ave se quedó sin nido, sin árbol.

También le han cortado el aire.

De la asfixia saca fuerzas,

y en el resquicio de una roca está expectante.

Se ha escapado la brisa, que viene a acariciarle,

y a sorbos tiernos conduce al desahogo.

 

Errática, se despereza de la nostalgia.

Se sacude dejando caer ternuras de rocío al olvido.

Una torre al frente, con soberbio campanario, le infiere fuerza.

Como el más grueso de sus muros serán sus plumas.

No hará nidos, ni permanecerá en lugar alguno;

por extensos valles planeará.

 

El cielo adquiere un color intenso,

en cuencos de éter mecerá a su ave,

que intrépida, tomó lugar en sus dominios.

 

Sakkarah

El hilo...

El hilo...

El hilo, a veces tenso, no se ha roto.

Fina hebra de oro el sentimiento

que hace que aún albergue ternura en los vacíos.

Hay un lirio partido que  sostiene su belleza,

se resiste a morir,

y bebe del río rumoroso de los secretos.

 

Sakkarah

La sombra.

La sombra.

La sombra, mi fiel compañera,

Extensión  de mi soledad.

Opaca y oscura, nada refleja.

Ocupa su lugar en silencio,

Atestiguando mí desamparo,

siendo mi verdadero y único cortejo.

 

Fiel se tiende, arrastrándose en mi camino.

Va sujeta a la luz,

y se hace invisible en la oscuridad,

tomando forma de eco silencioso.

Siempre lenta, siempre pegada,

con la sabiduría del que sabe y calla;

me conduce a mi destino,

empujándome suavemente,

abocándome a lo desconocido,

mientras ella queda estática y vigilante.

 

Sakkarah

Elijo la luz.

Elijo la luz.

 

Elijo la luz, la tierra roturada por las flores.

El hombre se ha convertido

en una apisonadora que todo lo destruye.

Sus ojos son de vidrio ante la muerte.

En el lodo quedó la ternura

al resbalar rápida sobre su piel.

Busco un pozo de esperanza,

Y  hacia allí se dirigen mis pies.

 

Sakkarah

 

El camino...

El camino...

 

El camino de mis venas recorres.

Vas empapando mi ser como rocío que tiembla

y penetra resbalando hasta acomodarse en espléndida belleza.

 

Como un mar en la mirada, serenas.

Calmas las ansias de estar a tu lado.

Un cóctel de paz y deseo se cierne en mi mente.

 

Color intenso que cala el alma, eres.

Cromático amor que inyectas vida.

Cielo dorado de atardeceres muertos.

 

Sakkarah

 

Entre paisajes...

Entre paisajes...

Autor imagen: Gilraen-Ar-Feiniel

Entre paisajes caminan mis pies alados,
aunque el corazón pesa cuando va cargado de amor.

Todo cabe en el saco del alma,
y voy arrastrado la vida a mi lado.

Mil rostros para dibujar la ternura,
como motor los besos.

Hay guaridas en donde se esconde la tristeza,
paradas de un camino largo,
oscuras cuevas donde no penetra la luz de las estrellas;
pero muchas veces duermo al raso,
sobre la hierba que humedece mi piel de sentimiento,
y acoge la luz extraña del universo.
Entonces la brisa pasa templada y silenciosa
para no detener mis sueños.

Sakkarah

Se cuela el amor...

Se cuela el amor...

Se cuela el amor entre las fisuras,
como aire frío que encoje los pulmones.
El reflejo de su luz
deja ver la sombra de un hermoso perfil.

Hay un movimiento en el alma,
un vaivén que mece las horas dejándolas escapar.

Vuela entre los campos el pájaro del sentimiento,
y con su canto,
señala los árboles donde aparecerá la primavera.
Busca el cobijo de las grutas,
y anida en las entrañas.

El sol dará calor,
y el corazón será lupa que haga prender la paja.
La pasión se apropia de cada célula.
Arde la vida.

Sakkarah

Late el amor.

Late el amor.

Late el amor entre problemas.
En la maraña de la vida loca,
también está enredado el sentimiento.

Una mano atraviesa las sombras,
y en su piel deposita el roce de la oscuridad,
la caricia arcana.

Arden las palabras en la antesala del silencio.
Golpean las puertas del alma queriendo escaparse y fluir

tomando forma en la garganta.

Sopla la brisa en la ceniza,
y se dejan ver
pavesas encendidas que abrasan las entrañas.

Su semilla no muere, germina sin permiso,
y rebelde, pasea apasionada despertándolo todo.

Todo lo es, y como avalancha incierta
se me viene encima para empaparme de amor.

Sakkarah
  

Se estira...

Se estira...

 

Se estira la noche,
nos miramos como si se tratara de un reto.
Silencio,
me envuelve en su abrazo.
Está cálida mi piel,
y mis labios se prolongan en una sonrisa.

Ha notado mis ausencias,mis recortes.
Se estrella en la serenidad de mis ojos,
y en las sombras me vigila expectante.

Ha visto el rubor de mis mejillas,
y encontró el cerrojo de mi alma echado.

El sueño ya no lleva nombre,
pero vence mis párpados con delicadeza.
Batalla con su capa negra
y sometida da paso a la luz.

Sakkarah

En aquel lugar.

En aquel lugar.

Autor imagen: Jorge Barreiro

En aquel lugar se difuminó el tiempo,

quedando invisible ya a su paso.

A un palmo de mí, siempre te encuentras,

 pues te veo en cada lugar a donde se dirige mi mirada.

 

Me adentré en ti, y viajo por tu olvido

Se han borrado los vocablos que reproducían mi nombre,

Pero, sin esperanza, vago por tu ausencia.

 

En mi oído aún reverbera tu palabra

Y en la caída del sol, escucho el rumor de tu voz

Me aferro, invisible, a tu mano,

y mi alma se desliza entre tus dedos.

 

Te agrandas con el sol en cada amanecer

haciéndote luz entre las hojas.

Eres espejo de agua para mi corazón

 

Sakkarah

Una mente lógica...

Una mente lógica...

.

Una mente lógica, enferma de amor.

El adiós es la fuga del sentido.

Un ladrón de vísceras vaga por el estómago,

Y un eco dice: él, él, él…

 

Afuera todo es silencio,

el tuteo se perdió entre la gente.

La vida se va haciendo paso,

Impávida, no me siente.

Y yo la miro como a una desconocida.

 

Sakkarah

 

La Chispa...

La Chispa...

Autor imagen: Cherry Blossoms

La chispa prende, arde.

Todo lo arrasa.

Su roce quema.

 

Una herida que no cicatriza.

Un amor intemporal.

Sakkarah

Eres...

Eres...

Eres cielo cuando mis ojos alzo,
y serpenteas como agua bajo mis pies,
haciendo arrumacos en ellos
Tu voz es lluvia que apaga mi sed,
diluvio amado.
Nostálgica ciudad de ensueños
en la que penetro cada noche.
Clan de letras en instrucción
para ambientar el amor
Me envuelve tu risa.
Hice una estancia para tu descanso
y en ella te amo en silencio.

Sakkarah

Un camino...

Un camino...

Un camino de niebla guiaba al ausente

Indescifrables eran sus pensamientos

Mi corazón no atinaba a resolver tanto jeroglífico,

Y en palabras se perdía.

Sakkarah