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Sakkarah

Escritores y poetas.

Ventanas

Ventanas

En esas habitaciones oscuras donde vivo
pesados días, con qué anhelo contemplo a veces
las ventanas. -Cuándo se abrirá
una de ellas y qué han de traerme-.
Pero esa ventana no se encuentra, o yo no sé
hallarla. Y quizás mejor sea así.
Quizá esa luz fuese para mí otra tortura.
Quién sabe cuántas cosas nuevas mostraría.

Constantino Kavafis

Ventanas Kavafis

No sé rogar, amor.

No sé rogar, amor.

Aunque mis manos se agrieten en las sombras
buscando tu imagen que desapareció
de pronto,
aunque mis labios en silencio te nombren.
Yo no sé rogar amor.

Aunque los pájaros le canten cada día
a mi corazón que se siente triste.
aunque los silencios se asemejen a latidos
que se alejan y resuenan allá lejos.
No sé rogar amor.

Mis manos conservan las caricias prometidas.
Y los sueños forjados entre besos
sin embargo mis manos
se abren  y te sueltan liberando los gestos,
como a una paloma.
No sé rogar amor.

Y aunque en mi memoria sigan girando
las ideas dulces,
los proyectos truncos,
la música del alma
que entornó los besos.
Si no llegas, aun esperándote,
dejaré de amarte
y de sentir que eres posible.
Me quedaré dolorida,
pero libre
tratando de levantar mis pasos
de rescatar alientos y
guardar los besos,
de volver a las palabras nuevas,
a los sueños vírgenes
y a los despertares.
Si; no estaré rogando amor
ni mendigando caricias...
Nuevamente iré a los brazos
de quien crea que en mi muelle
hay amarras para sus velas.
No haré penitencias ni moriré de pena,
puedo construir una morada nueva
fuerte e intensa como la nuestra
aunque sepa de su fragilidad
en la tormenta.
No sé rogar amor.

~ Yuri Tabak ~
(Poeta y psicólogo argentino)

Yuri-Tabak poesia

Haikus

Haikus

La primavera pasa;
lloran las aves
y son lágrimas los ojos de los peces.

 

Matsuo Bashô

 

A una amapola
deja sus alas una mariposa
como recuerdo

Matsuo Bashô

 

Ando y ando.
Si he de caer, que sea
entre los tréboles.

Kawai Sora

Cuando algo nuestro...

Cuando algo nuestro...

Cuando algo nuestro intacto
se funde y me confunde
somos uno en dos partes
que sufren por su cuenta,
desesperadamente algo nuestro se busca
sin ayuda de nada algo nuestro encuentra.

La unión se realiza,
la ausencia no atormenta,
el dolor se desmaya,
el silencio se expresa
~cuando el amor no dice
la única palabra
esta escrito el poema.
Alto y profundo es esto que nos une,
esto que nos devora y que nos crea;
ya se puede vivir
teniendo el alma
del que esperas;

pena es tener tan solo una vida
sólo una vida es poco
para esto de querer sin recompensa~.

Gloria Fuertes

La enamorada.

La enamorada.

Esta lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra Alejandra no lo niegues.

hoy te miraste en el espejo
y te fue triste estabas sola
la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió

enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado

oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
¡Oh!, nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú

te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto, tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!

 

Alejandra Pizarnik

Cavernas y latidos.

Cavernas y latidos.

deseo
un deseo inconfesable
que no cabe en un libro
quiero escribirlo
pero se parte el bolígrafo
pero se corre la tinta
pero se rompe el papel

deseo
un deseo inconfundible
que es un latido
enorme
quiero escribirlo
pero no hay lugar alguno
donde encaje
ni palabra
ni letra
ni rincón
sólo hay cavernas

cavernas
y latidos

y aquí estoy
arrojando monedas a una sima profunda
por si hubiera fortuna
en tanto siento
ese pálpito feroz en mi cogote
y corro el riesgo pactado
de que emerja el dragón
y me devore

Anna Blasco

El halcón.

El halcón.

Durante más de un año, crié para mí un halcón.

Cuando se me hizo dócil, colmada mi afición,

mi mano de áureas cintas su plumaje ciñó:

se alzó él luego muy alto, y a otra tierra voló.

 

De allí en más lo vi volar, pleno de belleza.

Llevaba en el pie, de seda una pihuela,

y en su plumaje, flavo el oro refulgía.

¡Que Dios reúna a quienes se ansían cada día!

Der von Kürenberg
(Codex Manesse, siglo XIV / XIV. Jahrhundert)

Algo sucede (Gracias, Cris)

Algo sucede (Gracias, Cris)

Algo me pasa que en mi pecho existe.
Vuelan hormigas y discurren peces.
Suena la sangre y el tambor convoca.
Hay un incendio cerca de mi pulso.
De nuevo el tigre lanza su mensaje.
Tiene mi cama sed de otra figura.
Vuelven las venas a cantar presagios.
Torna el insomnio con sus mil disfraces.
Lavo mis manos para hacerlas suyas,
peino el cabello, río a las vecinas.
Y cuanto miro se convierte en agua.
¡Esto es amor y lo demás miseria!

Gloria Fuertes.

Conversación no mantenida.

Conversación no mantenida.

Vuelves a mi noche
porque escribo versos
que doblan tus piernas
y encienden tu corazón

escribo y sueñas
pero para qué ocultarlo

estoy hecho de polvo
orino y defeco como todo mortal
y eso no tiene remedio.

Sergio Laignelet

Inútil escrutar tan alto cielo.

Inútil escrutar tan alto cielo.

Inútil escrutar tan alto cielo
inútil cosmonauta el que no sabe
el nombre de las cosas que le ignoran
el color del dolor que no le mata
...........................inútil cosmonauta
el que contempla estrellas
...........................para no ver las ratas.

Vázquez Montalván

El dulce milagro.

El dulce milagro.

¿Que es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen.
Mi amante besóme las manos, y en ellas,
¡oh gracia! brotaron rosas como estrellas.

Y voy por la senda voceando el encanto
y de dicha alterno sonrisa con llanto
y bajo el milagro de mi encantamiento
se aroman de rosas las alas del viento.

Y murmura al verme la gente que pasa:
"¿No veis que está loca? Tornadla a su casa.
¡Dice que en las manos le han nacido rosas
y las va agitando como mariposas!"

¡Ah, pobre la gente que nunca comprende
un milagro de éstos y que sólo entiende
Que no nacen rosas más que en los rosales
y que no hay más trigo que el de los trigales!

Que requiere líneas y color y forma,
y que sólo admite realidad por norma.
Que cuando uno dice: "Voy con la dulzura",
de inmediato buscan a la criatura.

Que me digan loca, que en celda me encierren
que con siete llaves la puerta me cierren,
que junto a la puerta pongan un lebrel,
carcelero rudo carcelero fiel.

Cantaré lo mismo: "Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen".
¡Y toda mi celda tendrá la fragancia
de un inmenso ramo de rosas de Francia!

Juana de Ibarbourou

Vientre con mermelada de frambuesas.

Vientre con mermelada de frambuesas.

De tanto dormir entrelazados
hemos comenzado a hacernos un nudo,
de la garganta al tobillo,
aunque tu cabeza duerma
junto a mis pies
y tu mano y tu vientre confitado
a miles de años luz
sobre las sábanas.
De tanto dormir entrelazados
hemos comenzado a confundir
de quién es ese brazo y esta pierna.
Y entre roce y roce,
nos pasamos lanoche
desatando nudos.

Natalia Menéndez

Noche de amor insomne.

Noche de amor insomne.

Noche arriba los dos con luna llena,
yo me puse a llorar y tú reías.
Tu desdén era un dios, las quejas mías
momentos y palomas en cadenas.

Noche abajo los dos. Cristal de pena,
llorabas tu por hondas lejanías
sobre tu débil corazón de arena.

La aurora nos unió sobre la cama,
las bocas puestas sobre el chorro helado
de una sangre sin fin que se derrama.

Y el sol entro por el balcón cerrado
y el coral de la vida abrió su rama
sobre mi corazón amortajado.



Federico García Lorca

El crimen.

El crimen.

Hoy he amanecido
como siempre, pero
con un cuchillo
en el pecho. Ignoro
quién ha sido,
y también los posibles
móviles del delito.

Estoy aquí
tendido
y pesa vertical
el frío.

La noticia se divulga
con relativo sigilo.

El doctor estuvo brillante, pero
el interrogatorio ha sido
confuso. El hecho
carece de testigos.
(Llamada de portera,
dijo
que el muerto no tenía
antecedentes políticos.
Es una obsesión que la persigue
desde la muerte del marido.)

Por mi parte no tengo
nada que declarar.
Se busca al asesino;
sin embargo,
tal vez no hay asesino,
aunque se enrede así el final de la trama.

Sencillamente yazgo
aquí, con un cuchillo...
Oscila, pendular y
solemne, el frío.
No hay pruebas contra nadie. Nadie
ha consumado mi homicidio.

José Ángel Valente

No te apagues en esta noche coja...

No te apagues en esta noche coja...

No te apagues en esta noche coja.
No. No te me apagues.

Que sé que el viento afuera
va crepitando ramas.
Que sé que ya mi nombre
no asoma a las palabras
en esta calma fría
en que el humo
hasta el humo,
tiene prisa.

Hasta que el corazón me deje sola,
no te apagues, amor,
de entre mis dedos.
Espera a que me duerma.

Vanesa Pérez-Sauquillo

El ratón y el gato.

El ratón y el gato.
Alguno que ha alabado una obra ignorando quién es su autor, suele vituperarla después que lo sabe

  Tuvo Esopo famosas ocurrencias.
¡Qué invención tan sencilla! ¡Qué sentencias!
He de poner, pues que la tengo a mano,
una fábula suya en castellano.
«Cierto -dijo un ratón en su agujero-:
no hay prenda más amable y estupenda
que la fidelidad; por eso quiero
tan de veras al perro perdiguero».
Un gato replicó: «Pues esa prenda
yo la tengo también...» Aquí se asusta  
mi buen ratón, se esconde,
y torciendo el hocico le responde:
«¿Cómo? ¿La tienes tú?... Ya no me gusta».
   La alabanza que muchos creen justa,
injusta les parece  
si ven que su contrario la merece.
«¿Qué tal, señor lector? La fabulilla
puede ser que le agrade y que le instruya».
«Es una maravilla;
dijo Esopo una cosa como suya».  
«Pues mire usted: Esopo no la ha escrito;
salió de mi cabeza». «¿Conque es tuya?»
«Sí, señor erudito;
ya que antes tan feliz le parecía,
critíquemela ahora porque es mía».

Tomás de Iriarte

Un poema.

Un poema.

Soñaba en ese entonces en forjar un poema,
de arte nervioso y nuevo obra audaz y suprema,

escogí entre un asunto grotesco y otro trágico
llamé a todos los ritmos con un conjuro mágico

Y los ritmos indóciles vinieron acercándose,
juntándose en las sombras, huyéndose y buscándose,

ritmos sonoros, ritmos potentes, ritmos graves,
unos cual choques de armas, otros cual cantos de aves,

de Oriente hasta Occidente, desde el Sur hasta el Norte
de metros y de formas se presentó la corte.

Tascando frenos áureos bajo las riendas frágiles
cruzaron los tercetos, como corceles ágiles
abriéndose ancho paso por entre aquella grey
vestido de oro y púrpura llegó el soneto rey,

y allí cantaron todos... Entre la algarabía,
me fascinó el espíritu, por su coquetería
alguna estrofa aguda que excitó mi deseo,
con el retintín claro de su campanilleo.

Y la escogí entre todas... Por regalo nupcial
le di unas rimas ricas, de plata y de cristal.

En ella conté un cuento, que huyendo lo servil
tomó un carácter trágico, fantástico y sutil,

era la historia triste, desprestigiada y cierta
de una mujer hermosa, idolatrada y muerta,

y para que sintieran la amargura, exprofeso
junté sílabas dulces como el sabor de un beso,

bordé las frases de oro, les di música extraña
como de mandolinas que un laúd acompaña,

dejé en una luz vaga las hondas lejanías
llenas de nieblas húmedas y de melancolías

y por el fondo oscuro, como en mundana fiesta,
cruzan ágiles máscaras al compás de la orquesta,

envueltas en palabras que ocultan como un velo,
y con caretas negras de raso y terciopelo,

cruzar hice en el fondo las vagas sugestiones
de sentimientos místicos y humanas tentaciones...

Complacido en mis versos, con orgullo de artista,
les di olor de heliotropos y color de amatista...

Le mostré mi poema a un crítico estupendo...
Y lo leyó seis veces y me dijo... «¡No entiendo!».

José Asunción Silva

 

El paso de la seguiriya

El paso de la seguiriya

Entre mariposas negras,
va una muchacha morena
junto a una blanca serpiente
de niebla.

Tierra de luz,
cielo de tierra.


Va encadenada al temblor
de un ritmo que nunca llega;
tiene el corazón de plata
y un puñal en la diestra.

¿Adónde vas, siguiriya
con un ritmo sin cabeza?
¿Qué luna recogerá
tu dolor de cal y adelfa?

Tierra de luz,
cielo de tierra.

Gracía Lorca

Romance de la pena negra.

Romance de la pena negra.

Las piquetas de los gallos
cavan buscando la aurora,
cuando por el monte oscuro
baja Soledad Montoya.
Cobre amarillo, su carne,
huele a caballo y a sombra.
Yunques ahumados sus pechos,
gimen canciones redondas.
Soledad, por quien preguntas
sin compaña y a estas horas?
Pregunte por quien pregunte,
dime, a ti que se te importa?
Vengo a buscar lo que busco,
mi alegria y mi persona.

Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca,
al fin encuentra la mar
y se lo tragan las olas.
No me recuerdes el mar,
que la pena negra, brota
en las sierras de aceituna
bajo el rumor de las hojas.
Soledad, que pena tienes!
Que pena tan lastimosa!
Lloras zumo de limon
agrio de espera y de boca.
Que pena tan grande! Corro
mi casa como una loca,
mis dos trenzas por el suelo,
de la cocina a la alcoba.
Que pena! Me estoy poniendo
de azabache, cama y ropa.
Ay mis camisas de hilo!
Ay mis muslos de amapola!
Soledad, lava tu cuerpo
con agua de las alondras,
y deja tu corazon
en paz, Soledad Montoya.

Por abajo canta el rio,
volante de cielo y hojas.
Con flores de calabaza,
la nueva luz se corona.
O pena de los gitanos!
Pena limpia y siempre sola.
O pena de cauce oculto
y madrugada remota!

Federico Garcia Lorca

Pájaros perdidos (Fragmento)

Pájaros perdidos (Fragmento)

 

 " Pájaros perdidos de verano vienen a mi ventana,

 

cantan, y se van volando.

 

Y hojas amarillas de otoño, que no saben cantar,

 

aletean y caen en ella, en un suspiro.

 

 

Vagabundillos del universo, tropel de seres pequeñitos,

 

¡dejad la huella de vuestros pies en mis palabras!

 

 

Para quien lo sabe amar,

 

el mundo se quita su careta de infinito.

 

Se hace tan pequeño como una canción,

 

como un beso de lo eterno.

 

 

Las lágrimas de la tierra le tienen siempre en flor su sonrisa.

 

 

Si lloras por haber perdido el sol,

 

las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.

 

 

-Mar, ¿qué estás hablando?

 

Una pregunta eterna. -

 

Tú, cielo, ¿qué respondes?

 

El eterno silencio.

 

 

¡Oye, corazón mío, los suspiros del mundo,

 

que está queriendo amarte!

 

 

El misterio de la vida es tan grande como la sombra en la noche.

 

 

La ilusión de la sabiduría es como la niebla del amanecer.

 

 

No te dejes tu amor sobre el precipicio.

 

 

Me he sentado, esta mañana,

 

en mi balcón, para ver el mundo.

 

Y él, caminante, se detiene un punto,

 

me saluda y se va.

 

 

Menudos pensamientos míos,

 

¡con qué rumor de hojas suspiráis vuestra alegría en mi imaginación!

 

 

Tú no ves lo que eres,

 

sino su sombra.

 

 

Si me está negado el amor,

 

¿por qué, entonces, amanece;

 

¿por qué susurra el viento del sur entre las hojas recién nacidas?

 

Si me está negado el amor,

 

¿por qué, entonces,

 

la medianoche entristece con nostálgico silencio a las estrellas? "

 

 

 

Rabindranath Tagore