Hoy llueve.
Hoy llueve sobre el fuego,
apareció la mentira
reclamando su mirada,
y miró.
Todo resbala por mis manos.
La verdad lleva aceite
que se adhiere a la piel.
Sólo queda la queja en la palabra.
Hay un resto perdido para los elegidos.
El agua se va llevando todo,
y esta tristeza
se agarra como una lapa al alma.
No quiero una eternidad,
ni lunas para alumbrar mis noches
Hay lágrimas de nácar
en el altar del embuste.
Una estrella
alumbra mis labios secos, sellados,
donde murieron los besos.
Sakkarah
4 comentarios
Sakkarah -
Un beso.
Capitán Pescanova -
Un beso, Sakkarah.
Sakkarah -
Mil besos, bonita.
jazmin -
Precioso poema.
Un abrazo.