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Sakkarah

Ella...

Ella...

 

Ella amaba y recordaba, llevaba consigo su amor callado. En las ocasiones que algún lamento se escapaba, o un suspiro, aparecía un enano que estrangulaba los recuerdos.

 

No daba crédito a lo que sus ojos veían, pero era cierto. El gnomo se comportaba de manera feroz, pues no le ahorraba la desagradable experiencia de retorcerles el cuello ante ella; y los recuerdos sangraban. En un principio protestaba, pero el gnomo crecía en crueldad, por eso ella iba acallando la voz.

 

Llegó un tiempo, que temía recordar, no quería ver como perecían asesinados, prefería dejar la mente vacía, para que no se escapara ninguno. De esa manera el gnomo no podría asesinarlos.

 

Una mañana, se sentía distinta al despertar, no sabía que era lo que le sucedía, hasta que cayó en la cuenta de que ya no tenía recuerdos, nada le ataba al pasado. El enano ya no podría manchar sus manos de sangre, no podría seguir estrangulándolos.

 

Había quedado en su alma un vacío, y tomo fuerzas, al levantar, con la decisión de llenarlo.

 

Sakkarah

8 comentarios

Sakkarah -

Jajaja, ya ves que cara de malo tiene el de la foto.

Muchos besos, yo.misma.

Yo.misma -

Los recuerdos estan en nuestra mente unas veces para bien, otras no deseamos recordarlos . Cuidado con los nogmos estos te han salido malos, no son como "Daniel el nogmo".

Sakkarah -

Los míos más dulces también para tí, poeta. Muchos.

ElPoeta -

Los recuerdos son parte de nosotros; sin ellos seríamos una persona distinta... aunque a veces quizá pensemos que mejor sería. Haces pensar con estos relatos, preciosa. Te dejo mis besos más dulces,
V.

Sakkarah -

Margot, quizá los duendes tengan que estar para abrir los ojos, y para poder empezar de nuevo.

Muchos besos, guapa.

Margot -

Cris tiene toda la razón, tal vez, eso, es lo que debería ocurrir. Si no es lo mejor, tal vez, si, lo más practico, lo más terapéutico. Pero somos humanos, e imponer esa teoría, tan a rajatabla, no es cosa fácil... Prefiero que todos los virus del mundo, todos ellos unidos me ataquen, mi ordenador ya esta de vuelta de esas cosas, y yo.., pues aprenderé a estarlo. Disfrazar los buenos sentimientos, queriéndolos convertir en una mascara de indiferencia, odio u otros peores, no funciona, no al menos en mí... prefiero quedarme con lo bueno, y también, quedarme con el deseo de fijarme más, de no volver a tropezar... pero, siempre, quedarme con lo bueno, y desterrar de mí, el rencor, el desprecio y todo aquello que para nada me beneficia.

Sak, ¿por qué será que siempre, se interponen en nuestro camino los duendes malos, o, tal vez, debería denominarles oportunistas?..., Aunque creo que, los duendes están porque les permitimos que estén ahí, y nada más…. Recuerda lo que tú me dijiste con respecto al anillo y el joyero, no hay más.

Muchos besos, para las dos.

Sakkarah -

Vaya que informatizada estás tu hoy...

Ella tenía bonitos recuerdos, pero había un gnomo que se dedicaba a asesinarlos cuando salían de si.

Un megabeso, más 3 kb.

Cris de Gramont -

Lo ideal sería que quedaran buenos recuerdos en nuestro disco duro, pero no siempre es así y ante un software malicioso lo mejor es formatear el disco, que no quede rastro de nada y así poder empezar de nuevo sin ningún fallo que interfiera nuestro camino.
La tecnología avanza y cada vez salen mejores programas y la experiencia nos hace utilizar mejores antivirus para no volver a exponernos a trollanos e infecciones.
Un beso y muchos Megabesos de velocidad para que encuentres pronto ese programa ideal con grandes prestaciones y que nunca deje colgado el ordenador.