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Sakkarah

Pensando

Pensando

Pensando, me resulta curioso ver como nos preocupamos enseguida que vemos un amigo enfermo de gravedad, e intentamos hacerle la vida más grata, por si el fin pudiera estar próximo. Lo mismo sucede con los enfermos terminales y sus cuidados paliativos. Estos van dirigidos a hacerles sus últimos días más agradables.

Mi pregunta es esta, ¿por qué no hacer la vida agradable siempre a quienes queremos?, ¿por qué hay que esperar a que estén en las últimas? Imagino que la respuesta es que sólo valoramos en su justa medida lo que perdemos.

Quizá lo nuestro sea un andar siempre buscando y, cuando tenemos algo, lo dejamos ya en segundo plano, perdiendo el interés. Hay una necesidad de búsqueda, o sed de sensaciones nuevas siempre en nosotros.

Sakkarah

8 comentarios

Sakkarah -

Te creo, Poeta...

Muchos besos.

ElPoeta -

Haces bien en plantearte esas preguntas, mi amiga querida... Cuántas veces me habré preguntado yo lo mismo....
Besos,
V.

Sakkarah -

Tienes razón Angensinalas; pero quizá sea que el impulso a actuar de la manera que no se debe, sea fuerte, porque si no, no entiendo que hagamos eso.

Un beso.

angelsinalas -

Eso mismo he intentado decir yo en algunos de mis post. La vida es muy preciada, para no hacerla más agradable y estar en ella lo mejor posible. ¿Por qué ha de pasarnos algo grave para valorarla? es lo mismo fque tú planteas. Solo valoramos las cosas o las situaciones cuando se van de nuestras manos. Pero deberíamos hacerlo día a día, y vivirlo como si fuese el último de nuestros días. Así sería la única forma de apreciar aquello que queremos y disfrutarlo al mismo tiempo. Es solo cuestión de actitud ante la vida, y no siempre tenemos la que deberíamos en cada momento.

Besos.

Sakkarah -

Mela, así es...

Muchos besos, guapa.

Sakkarah -

Gracias, Hannah, veo que tiene una explicación lógica; pero...tienes razón en que en el caso de la amistad debemos utilizar las funciones superiores para cuidarlos.

Un beso muy grande.

Hannah -

Hy una ley física por la que se rigen todas las células, también las de nuestro cerebro que es la ley del reposo y que consiste, así coloquialmente explicado en que cuando un estimulo no cambia y persiste, la neurona deja de procesarlo por saturación, esto es, necesita siempre estímulos nuevos. Puede que esto es lo que nos lleve a buscar siempre, desdeñando lo que ya creemos conocer. Pero para eso están las funciones superiores, para emplear esta ley en nuestro favor y descubrir o redescubrir continuamente nuevas facetas en nuestros amigos, en la amistad. Porque la amistad no es algo que deba funcionar sólo en los malos momentos, que también, sino en los buenos; pero olvidamos esa máxima de "quien tiene un amigo tiene un tesoro" con demasiada facilidad.
Un abrazo fuerte.
Hannah

Mela -

Supongo que es como dices. Somos tan tontos de valorar mejor aquello que hemos perdido, o que estamos próximos a perder.

Y no aprendemos...

Beso.