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Sakkarah

No estoy de acuerdo.

No estoy de acuerdo.

No estoy de acuerdo en que para acercarse a las multitudes, haya que usar un disfraz. Siempre suelen existir ciertos miedos antes de enfrentarse a un grupo de personas en el que no conoces a nadie, pero el ser sociable los vence, y una vez vencidos, da muchas satisfacciones el trato con los demás. Más que nada es que enriquece. Al igual pasa con los viajes. Yo era muy poco viajera, no me gustaba. Las personas que me oían decir esto, casi me veían como un bicho raro. La primera vez que di un viaje largo, fue a un lugar que yo encuentro lleno de magia, y eso hizo que ahora, siempre que se me presente la oportunidad, esté dispuesta a viajar, e incluso que añore los viajes cuando no los tengo.

Aun siendo bueno estar entre la multitud, no por ello es menos bueno tener momentos de soledad. Todos necesitamos de ellos. Es el momento en el que nos encontramos con nosotros mismos, y en el que asimilamos todo lo que hemos vivido.

La soledad puede estar muy bien poblada por la imaginación, por las ilusiones, por los recuerdos, etc. Una cosa es pasear en solitario, ensimismados en nuestros pensamientos, y otra, muy diferente, hacernos personas cerradas y egoístas. Puede suceder también que la pereza juegue un papel importante en la soledad, pero esa soledad, no es la soledad de la que hablo, de la que necesitamos todos al menos unos momentos.

Sakkarah

2 comentarios

Sakkarah -

Ni tú, ni nadie, Dino, la puede aguantar.

Un beso.

Dinosaurio -

Sí, una cosa es la soledad buscada y necesaria para oirte a tí mismo y otra cosa es la devastadora, terrible soledad. Yo no puedo soportar la segunda.
Un beso.