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Sakkarah

Oso

Oso

Oso hembra, perezoso y triste.
Hoy se revuelca al lado de la fuente,
donde una corriente de mentiras
resbalaba hacia su estómago.

El sol no se inmuta
ante la crueldad de sus estertores.
Habrá herida,
y brotara la sangre que teñirá el níveo manto.
Mientras la pena acompañará
cada movimiento de dolor.

La música no lleva una nota
adecuada al llanto interno.
Hasta el trueno se silencia
en este viaje amargo;
pero allí cerca está la flor,
que impávida no pierde su belleza.

La llama corre por su estómago, y arde.
La noche se confunde con el humo
mientras muere.

Sakkarah

2 comentarios

Sakkarah -

Sí, son tristes, aunque, como tú dices, la vida tiene otros lados, con más colorido por dode mirarla.

Un besito, Gea.

Gea -

Muy tristes tus versos, mostrando ese abandono de la vida. Pero no siempre el humo es señal de fuego extinguido, sino también de que la llama sigue ardiendo.

Besos.
Gea.