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Sakkarah

Decidió salir...

Decidió salir... Decidió salir al jardín. Alto y fuerte, con su vestimenta sencilla aunque de marca. Su aspecto a veces era la de un hombre serio, otras la de un niño grande. Sonreían sus ojos aún más que sus labios.

El amaba su jardín, los pocos días que iba por allí, se recreaba cuidándolo. Sus rosas lucían siempre bellas, pues heredó de su madre el amor a aquellas flores. Aspiraba el aire perfumado, era exquisito para los aromas.

Sintió unos pasos que se acercaban. Un andar sigiloso, pero no había presencia. Un ente invisible y sagaz estaba ante sus ojos. Si hubiera podido divisarle hubiera notado su implacable mirada.

Pocas veces le visitaba. Pocas molestias le daba. Pasado un rato, nuestro sencillo y gran hombre, se encontraba sumergido en un serio pensamiento. Una lucha titánica contra la presencia invisible. Esta vez se le resistía, ya que con anterioridad siempre había vencido saliéndose con la suya.

Se le acusaba de un grave delito, no era la primera vez que le había sucedido, pero esta vez lo había hecho lentamente, utilizando la tortura.
Su pensamiento voló, llevándole a un tiempo atrás. Allí estaba ese cuerpo inerme. Recordó su agonía mientras moría, y su propia sonrisa. Aquella sonrisa feliz que le salía al desembarazarse de una carga tan pesada. No había utilizado cianuro potásico, sino un arma mucho más letal, mas eficiente. Utilizó el olvido.

No, esa presencia no lograría manejarle. Aunque fuera su conciencia, no sucumbiría ante ella,. Nadie sería capaz de hacer que le llegase un solo recuerdo que tocara esa fibra sensible. Había matado al amor

Sakkarah

14 comentarios

Sakkarah -

Me ha gustado lo que dices del enemigo, Dino...

Es mu triste que te olvide quien amas.

Un beso.

Dinosaurio -

Sí, el olvido es un arma terrible. Es una de las armas peores. Por eso cuando un enemigo te olvida, te ha vencido. Pero es peor cuando te olvida alguien querido.
Abrazos.

Margot -

Es para ti, yo contenta de que tú la pongas.

Un beso

Sakkarah -

Margot, la he intentado poner, pero se queda sin el movimiento, por eso la quité.

La tengo guardada con cariño.

Un beso.

Sakkarah -

Muchas gracias, bonita, es preciosa...

Ya la he guardado, y con tu permiso, la pondré aquí.

Un beso.

Margot -

Sak, sé que te gustan las cascadas... aquí te dejo una.

http://www.espacioblog.com/myfiles/palabrasdelalma1969/Waterfalls.gif

Espero que te guste.

Un beso

Sakkarah -

Lo siento...

Te deseo lo mejor. Él se lo perdió...

Un beso, Sandra.

Sandra -

Se rompió el fino hilo sakka, y fue porque su manera de amar es muy complicada, y yo no puedo amar de ninguna manera excepto con el alma.
Besicos guapa

Sakkarah -

Sandra, si lo tuyo no fue el olvido, no tiene por qué haberse roto ese hilo.

A mí no me veía, de insignificante que debo ser. Y...yo no llegaba a donde otras sí. Fue lógico el cambio, y el olvido. Me dejaron...

Un beso.

Sandra -

Entre él y yo quedaba un conexo hilo que ahora se ha perdido de veras, no ha sido como yo pensaba. No, no fue el olvido como suele ocurrir. Fue porque soy tan delgada que me enredaba entre sus brazos y de tan quieta que me quedaba no me veía. Fue porque fui demasiado tiempo de puntillas y de puro suave al andar por el aire me sacaba dos cuartos de ventaja. No fue el olvido, no. Y todos los días siento su olor y respiración, y apenas me atrevo a mirar.

Besitos guapa

Sakkarah -

Es malo el olvido, si...

Un beso, Margot.

Margot -

El olvido es el peor de las armas, es triste matar el amor.

Creo que hay demasiadas historias olvidadas en este mundo. Prefiero mantener vivo el recuerdo, me gusta más.

Un beso, Sak.

Sakkarah -

Capitán, menos mal que no habla, ¿eh?

Capaz de haber matado mil veces al amor Este capitán...

Un beso.

Capitán Pescanova -

Ay, ay, ay, si me conciencia hablara, seguro que saldría corriendo y no pararía hasta la mañana siguiente.
Un beso, Sakkarah.