El crecimiento de un poeta.
Junta botones de cristal en el lecho del océano.
Branquias de la mente laten en aguas insondables.
En el diccionario infinito descubre
dorados granos de arena. Cada uno tiene su gemelo
en alguna orilla del otro lado del mundo.
Ciego a lo que aún no necesita,
va a tientas sobre vidrio roto
a la única piedra que cabe en su palma.
Al abrir los ojos da a lo que contempla
el reconocimiento que ninguna mirada le había otorgado.
Se convierte en palabra.
Estremeciéndose, toma vuelo.
Denise Levertov
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