Así es el color.
La Edad Media cree firmemente que todas las cosas en el universo tienen un significado sobrenatural, y que el mundo es como un libro escrito por la mano de Dios. Todos los animales tienen un significado moral o místico, al igual que todas las piedras y todas las hierbas. Se llega así a atribuir significados positivos o negativos también a los colores, aunque los estudiosos ofrezcan a veces opiniones contradictorias respecto del significado de determinado color; esto sucede por dos razones: ante todo, para el simbolismo medieval una cosa puede tener incluso dos significados opuestos según el contexto en el que se contempla (de ahí que el león a veces simbolice a Jesucristo y a veces al demonio); en segundo lugar, la Edad Media dura casi diez siglos, y en un período de tiempo tan largo se producen cambios en el gusto y en las creencias acerca del significado de los colores. Se ha observado que en los primeros siglos el azul, junto con el verde, es considerado un color de escaso valor, probablemente porque al principio no consiguen obtener azules vivos y brillantes, y por tanto los vestidos o las imágenes azules aparecen descoloridos y desvaídos.
A partir del siglo XII, el azul se convierte en un color apreciado; pensemos en el valor místico y en el esplendor estético del azul de las vidrieras y de los rosetones de las catedrales: domina sobre los otros colores y contribuye a filtrar la luz de forma “celestial”. En determinados períodos y lugares, el negro es un color real, en otros es el color de los caballeros misteriosos que ocultan su identidad. En las novelas del ciclo del rey Arturo, los caballeros pelirrojos son viles, traidores y crueles, mientras que, unos siglos antes, Isidoro de Sevilla consideraba que entre los cabellos más hermosos estaban los rubios y pelirrojos.
Igualmente, las casacas y las gualdrapas rojas expresan valor y nobleza, aunque el rojo sea también el color de los verdugos y de las prostitutas.El amarillo es el color de la cobardía y va asociado a las personas marginales y objeto de rechazo, los locos, los musulmanes, los judíos, pero también es celebrado como el color del oro, entendido como el más solar y el más precioso de los metales.
Umberto Eco
10 comentarios
Sakkarah. -
No sabía a que autor ertenecía el cuadro, ni que era ella. Nunca es tarde para aprender...
Muchos besos, Jnj.
jnj -
Por lo demás, agradezco la imagen que has elegido para tu entrada, de la cual tengo un buen recuerdo (por cierto, sí es Lady Godiva). Collier es magnífico; los prerrafaelistas lo son, en líneas generales. Aunque mi predilecto es Millais, cuya "Ofelia" duerme su sueño eterno, enigmática e infeliz, en un lecho de agua sobre el que parece, más que hundirse, gravitar.
Con el fin de Turner (soberbia exposición la de este verano en N.Y.) nace Millais.
Besos sajones.
Sakkarah -
Si no lo es decimos que sí, y ya está.
Un beso.
Sakkarah -
Sakkarah -
Muchos besos.
erik -
Pau -
Aja! Siempre me han gustado las pelirrojas. Será porque son más malas, será...
Dinosaurio -
Un beso.
Sakkarah -
Un beso, guapa.
Cris de Gramont -