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Sakkarah

El halcón.

El halcón.

Durante más de un año, crié para mí un halcón.

Cuando se me hizo dócil, colmada mi afición,

mi mano de áureas cintas su plumaje ciñó:

se alzó él luego muy alto, y a otra tierra voló.

 

De allí en más lo vi volar, pleno de belleza.

Llevaba en el pie, de seda una pihuela,

y en su plumaje, flavo el oro refulgía.

¡Que Dios reúna a quienes se ansían cada día!

Der von Kürenberg
(Codex Manesse, siglo XIV / XIV. Jahrhundert)

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