Trajín
Trajín de máquina, y tic-tac de reloj. Unos cables unen la noche y el día, todo muere entre las paredes
Una rendija atrae la luz del alba, con un aroma ausente de montaña, de cumbres nevadas, y faldas verdes. La nube se escapa en mi pensamiento, trayéndome la añoranza de un cielo azul, o naranjas de atardeceres. Un ventilador mueve el aire asemejando una brisa.
Las estrellas añoran las minúsculas luces en las ventanas, ignorantes de las habas podridas por las esquinas. El estruendo de la soledad resquebraja las paredes, mientras en las chimeneas arden los recuerdos utópicos, y futuros muertos.
La locura se apodera de la mano, que presurosa recorre el papel, como un caballo que galopa hacia la nada. Allí, al otro lado le esperan los ojos tristes de los muertos.
Sakkarah
6 comentarios
Sakkarah -
Gracias por tu original comentario.
Un besazo.
Furgo -
Unas veces con suave cepillo, otras al tacto con los dedos, y en esta ocasión con hojas de guadaña.
Un besillo, socia.
(Y yo que creía que un trajín eran un pantalón y una americana de poca talla.)
Sakkarah -
Un beso con cariño.
Sakkarah -
Lo mismo digo sobre la admiración.
Muchos besos.
un lector anónimo -
como simepre, una obra vibrante de emoción aunque en contrapartida bastante comedida, resulta interesante la forma que tienes de contener las emocionesen tus escritos para dejarlas fluir a modo de reguero de polvora que parece buscar un barril para estallar... mas no hay barril. Honestamente, me gusta tu estilo
Con cariño,
Un lector anónimo (J.S.R.M.)
El Despotricador -
El dolor es fuego que templa las mejores obras. Los temas felices raramente las producen.
Amén de ello, es bueno que puedas encauzar los sentimientos, aún los que provocan sufrimiento, en crear obras bellas.
Que sea tu respuesta con altura la forma de espetarle a la vida que aún en los horas oscuras se puede engendrar belleza.
Los momentos amargos, horas aciagas que forman parte de lo pendular de nuestra existencia, nos permiten, tal vez como una pobre revancha, la posibilidad de explorar senderos que no transitamos a menudo.
Sakkarah, el talento y la sensibilidad no te son esquivos, que sean entonces éstos quienes te reconforten en los momentos que la felicidad nos es indiferente.
Mi admiración que trasciende la distancia y mis saludos.
Un abrazo, hasta la próxima.