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Sakkarah

El poder corrompe.

El poder corrompe.

Un hombre soñaba con su ideal de igualdad. Luchador nato, trabajaba y alentaba a otros para llegar a la cumbre. Manejar la política del país, sería conseguir que nadie siguiera siendo explotado. 

Muchos que conocían de cerca la miseria, le subieron en hombros aupándole hasta poder llegar a alcanzar el poder. Tras muchas luchas, y días intensos de trabajo, lo consiguió. 

El primer día de despacho, contempló el enorme y negro sillón, y decidió que antes de poner manos a la obra, debería probarlo. La piel hizo mella en su dermis, y le invitó al sopor. Allí, con prisa, llegaron los sueños a trabajar en su mente. Soñó que el dinero compraba su conciencia; que al moverse el dedo, se movían las cosas con consecuencias de grandes magnitudes; que los pelotas botaban en una danza infinita que le producía placidez… 

Parece ser que al despertar, se dio cuenta que el sueño era bello y cómodo. Decidió que la vida era así, y que los obreros nunca dejarían de serlo; que debía pedir consejo a todos los políticos anteriores cuya experiencia ya era un grado. Pensó, que no acabaría el hambre por el sólo hecho de dejar de lucrarse él. Y viendo que todo lo que le rodeaba era bueno, apartó de su mente las miserias que pudieran mover su corazón, y emprendió una serie de negocios que le llevarían a la cumbre. Esa cumbre de donde nadie tendría los redaños suficientes para bajarle. Decidió que era mejor que cada cual se buscase su vida, y que allá con los pobres, o explotados. 

Quedó muy tranquilo con el aplauso de 4 idiotas entendidos en política.

Sakkarah

2 comentarios

Sakkarah -

Sí, suelen ser más. Los uqe han creído en ellos, y despues viven engañados.

Cuando tienen poder, suelen olvidar los ideales.

Un beso, Tarek.

Tarek -

Esta bien el relato, pero a mi me parece que cuando llevan acabo el sueño, no son 4 los idiotas que los aplauden...son más...por los menos 5 o 6. ;-)
Un beso