Tortura
Aparatos dedicados a fines médicos, como era el caso de la pera, que servía para los estreñimientos, se modificaron y adaptaron a las mil y una necesidades de los torturadores del siglo XV. La Pera, era un instrumento con forma de pera que una vez introducido en boca, vagina o ano, comenzaba a abrirse gracias a un mecanismo giratorio. Además en sus puntas gozaba de unos pinchos o púas que desgarraban la traquea, útero o el recto, dependiendo por la zona en la que fuera introducido. La modalidad oral de este invento, era aplicada a las personas que habían obrado mal de palabra, es decir, herejes, ortodoxos...; la anal, como no, a los homosexuales; y por supuesto la vaginal a las brujas que habían mantenido relaciones sexuales con el diablo, prostitutas, adulteras o mujeres que habían mantenido relaciones incestuosas.
Utensilios que hoy en día nos parecen la mar de inocentes, fueron utilizados como elementos de tortura física ciertamente inhumanos, dejando secuelas corporales y psicológicas terribles en los reos que lograban sobrevivir. De este modo, lo que hoy conocemos como rastrillo de jardinero, eran conocidos en otros tiempos como las Garras de Gato. Esta especie de rastrillo de puntas afiladas arrancaban la carne a tiras de las víctimas desnudas, que colgaban por sus muñecas suspendidas en el aire. En ocasiones, dependiendo de la destreza del torturador se llegaba incluso a separar la carne de los huesos. Cualquier instrumento sencillo, ha servido a los torturados, como han sido unas simples tenazas, que servían para arrancar de cuajo, dientes y cualquier otro miembro sobresaliente del cuerpo humano. El fuego y los hierros incandescentes servían también, al igual que las tenazas, de un complemento perfecto. El famoso escritor francés, Julio Verne (Nantes, 1828-Amiens, 1905), inmortalizó en su famoso obra Miguel Strogoff (1876), su uso, describiendo como el personaje de su obra era cegado utilizado un hierro al rojo vivo.
Desconocido
5 comentarios
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Good luck! Thank you!
Sakkarah -
Un beso.
Mela -
A ratos me averguenzo de mi especie.
Beso, Sakk.
Sakkarah -
Un beso.
Margot -
Durante un par de años estudié la Inquisición, en Madrid existen una buena parte de sus archivos, en la Casa de la Inquisición, otros fueron quemados o recuperados por un rico americano Henry Charles Lea al que debemos su generosidad al recopilarlos y publicarlos, desde EE.UU. un total de unos tres tomos, si no recuerdo mal. Los que se encuentran más cercanos a nosotros; muchos de esos antiguos relajos, en la Casa de la Inquisición, reposan apilados en estanterías, lejos de la memoria de quienes padecieron su implacable persecución... gentes a las que no salvaba ni tan siquiera la muerte, pues si tenían la fortuna de morir antes de ser condenados a tortura, a garrote vil (en los casos más caritativos) o quemados, sus restos eran desenterrados y juzgados para ser posteriormente quemados, como si de un reo vivo se tratase. Una autentica presión psicológica la que obraron los "familiares" del Santo Oficio en todos los territorios de las Españas, en Francia o en Portugal... En lugares como Italia o Alemania fueron mucho más veniales sus efectos, a excepción de casos muy concretos o aislados.
Un beso, grandote.
PD. Para saqueos, hurtos y demás pillajes... rellene el impreso nº 2 y hagáme usted el favor de cumplimentarlo debidamente describiendo la pieza motivo de su interés(que antes de mangar hay que ser organizados.., nada de aquí te pillo y aquí te mato, jajaja)