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Sakkarah

Maya.

Maya.

Se llamaba Maya y vivió en Egipto hace más de 3.000 años, en la misma época que Tutankamón. Pero les une más, mucho más que el tiempo en que vivieron. La inscripción que el arqueólogo francés Alain Zivie descubrió en su tumba hace apenas tres meses lo confirma: "Real nodriza que alimentó el cuerpo de dios". Ese dios no era otro que el joven faraón Tutankamón.

El hallazgo de la tumba no es una casualidad, se debe al tesón de Alain Zivie, director de Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia, que ha dedicado 17 años a excavar centímetro a centímetro la necrópolis de Saqqara, donde ya descubrió en 1987 el enterramiento de Aper-el, gobernador de la provincia del norte y visir durante el reinado de los faraones Akenatón y su hijo Tutankamón. La tumba de este visir fue la primera pista de que en el lugar podían hallarse otras de la dinastía XVIII, que gobernó las tierras del Nilo entre 1550 y 1307 a.C.

El complejo funerario de Saqqara se extiende a lo largo de siete kilómetros sobre la orilla occidental del Nilo y fue la principal necrópolis de Memphis cuando ésta era la gloriosa capital del Primer Periodo Dinástico (2920-2557 a.C). Allí se halla la primera de las pirámides, la que ordenó construir el faraón Zoser, cerca de la cual fue desenterrada la tumba de Aper-el. A pesar de la pérdida de importancia de Memphis a favor de Tebas, en cuyo complejo funerario se descubrió el sepulcro de Tutankamón, siguió siendo la residencia de los gobernadores del Bajo Egipto y en su necrópolis, Saqqara, continuaron excavando sus nichos funerarios.

La corazonada de Alain Zivie le llevó hasta el Bubasteion, el cementerio de los gatos, presidido por la diosa gata Bastet. Fue allí, en el lugar más inesperado para hallar una tumba humana, rodeada de inmensos templos funerarios dedicados a los animales sagrados egipcios, donde, a más de 20 metros de profundidad el arqueólogo francés limpió de arena con sus propias manos el epitafio que presidía la primera de las tres cámaras de la tumba. Junto a la imagen tallada sobre piedra caliza de la joven Maya dando de mamar a un niño sentado en su regazo, se leía: "Real nodriza que alimentó el cuerpo de dios".

"No hay duda de que se trata del faraón Tutankamón" dice Zivie, "las inscripciones jeroglíficas dentro de los cartuchos llevan las palabras Tutankamón y Nebkheprure", nombre que adoptó el niño rey cuando fue coronado en 1333 a.C., con sólo nueve años de edad.

El hallazgo. Un año de trabajo y un equipo de 15 personas han sido necesarios para poder acceder hasta las primeras cámaras de la tumba de Maya, la nodriza del joven faraón Tutankamón.

La tumba es la única en la que aparece el rostro de Tutankamón lejos del complejo funerario de Tebas. Y la única consagrada por entero a una mujer que no pertenece a la realeza. "Es muy extraño que los antiguos egipcios dedicaran una tumba a una mujer que no era esposa o madre de un rey", explica Zivie. Un hecho que abre los interrogantes sobre la madre real del joven faraón.

El faraón Akenatón tenía seis hijas pero necesitaba un hijo varón que le sucediera y continuara su revolución religiosa. Un hijo que, según algunas fuentes, fue el fruto del enlace con la esclava Kiya, elegida previamente por su esposa Nefertiti, de entre las más bellas concubinas de la corte. Kiya murió tras el alumbramiento de Tutankamón.

La muerte de su padre, anticipó la ascensión al trono de Tutankamón. Rodeado de sacerdotes, consejeros y altos oficiales, reorganizó el reino, restauró la religión politeísta y devolvió la capital a Tebas, siempre bajo la mirada atenta del sacerdote Ay y el general Horemheb.

La educación de Tutankamón, estuvo a caballo entre Tell Amarna, Tebas y Memphis, en cuya necrópolis "la nodriza Maya fue enterrada como personaje importante y cercano a Tutankamón", explica el arqueólogo francés.

El equipo de Zivie, formado por 15 arqueólogos franceses, mexicanos, portugueses y brasileños ha descubierto hasta el momento tres estancias en el primer nivel de la tumba. La primera, situada a la entrada, cuenta con los relieves de Maya dando de mamar al niño dios. En la segunda, están representados los personajes claves en la vida de Tutankamón: Ay, quien le sucedería en el trono, el general Horemheb, último rey de la XVIII dinastía y Ramsés I (fundador de la XIX dinastía), junto a Maya, la ama de cría. En la tercera de las cámaras no se han iniciado las excavaciones por temor a que el techo pueda derrumbarse.

Alain Zivie espera encontrar la cámara funeraria con el sarcófago y la momia cuando reanuden las excavaciones en el próximo mes de mayo. Y, con los nuevos datos, desvelar el misterio de la vida y muerte en "extrañas circunstancias" del joven rey, además de la verdadera identidad de Maya, quien pudiera ser algo más que su nodriza.

Desconocido

5 comentarios

Sakkarah -

Espartaco, me alegra que te gustase.

Margot, sí escuche algo de eso, pero de pasada.

Mirala la profe que me echa la bronca y todo...

Besos a los dos

ESPARTACO -

Interesante Sak; veremos lo que pasa después de mayo. Un beso. E.

Margot -

Ahh, pillina, tanto tiempo diciéndote que debías dejar algo sobre tu nick. Has tardado mucho, pero ha merecido la pena. Sabes muy bien que Egipto no es precisamente mi fuerte, pero que por época -Protohistoria- entra dentro de "lo mío"... La imagen de la pirámide escalonada, nunca dejara de impresionarme.

Por cierto, parece ser que una arquitecto, también francés, ha hallado la posible solución al enigma de su construcción..., un sistema de túneles; de rampas internas..., hace tan solo unos días que lo escuche.

Un precioso relato.

Un abrazo, muy grandote.

Sakkarah -

Me alegro que te agradara. Me gustó y lo traje.

Un beso, Jazmín.

jazmin -

Es interesante el documento que dejas.
Siempre es bueno aprender cosas nuevas.

Un abrazo.