La felicidad oculta.
Como explicarlo? Me encontraba atontado pero fue así como recibía aquel libro . Creo que sin decir ni media palabra decidí llevármelo. Cogí el libro me fui andando despacio. Poco me importaba lo que pudiera tardar en llegar, iba pensativo hacia casa. Al llegar comencé a leer. Pensaba, y hacía cómo qué no lo tenía, sola, y únicamente, para hacer sentir y creer después aquella ilusión de volverlo a tener. Días después lo volvía a abrir con ansia y leía tan sólo unas líneas, pero volvía a cerrarlo, me iba a dar una vuelta, y lo dejaba para más tarde. Mas adelante de nuevo fingía no saber el lugar dónde lo había dejado, y cuándo lo encontraba lo abría sólo a ratos cortos, por unos instantes, me autoengañaba, trataba de huir a ratos de esa cosa llamada felicidad, y sin embargo cuánto yo más la huía, ella más se apegaba a mi.
Distinto
12 comentarios
Sakkarah -
Un beso.
meri -
lo que escribiste está precioso
coach stores -
Distinto -
Un saludo a Margot y otro a Gea
Sakkarah -
Margot -
Un placer leerte.
Un abrazo para ti y otro para la anfitriona de este lugar....
Sakkarah -
Los impacientes...Nos leeríamos el libro de una sentada
Besos.
Gea -
Sí, es el miedo a que se acabe.
Un abrazo.
Gea.
Sakkarah -
Estamos tan escasos de felicidad, que es normal que la tomemos con avaricia cuando viene.
Un beso, Distinto.
Distinto -
Cuándo la felicidad llega, nos la queremos comer de un bocado toda y de hecho asi lo ocurre, es el plato preferido de todos, y nadie le pone mala cara, y mientras come de el no cuenta los minutos ni se da cuenta que la tierra gira.
Por contra la infelicidad es un plato que no lo quiere nadie, y se lo pasan de unos a otros, y cada vez se va quedando más y mas frio, y se eterniza precisamente porque no se consume de un bocado como se consume la felicidad, las prisas el abuso es decir el egosimo acaban con todo,como acaban con la felicidad en un corto plazo de tiempo.
La felicidad se usa con cuenta gotas.
Un Saludo.
Felicidad: yo te he encontrado
más de una vez en mi camino;
pero al tender hacia ti el ruego
de mis dos manos... has huido,
dejando en ellas, solamente,
cual una dádiva, cautivo
algún mechón de tus cabellos
o algún jirón de tus vestidos...
Tanto mejor fuera no haberte
hallado nunca en mi camino.
Por ser tu dueño, siento a veces
que no soy dueño de mí mismo...
Toda esperanza es un engaño;
todo deseo es un martirio...
Felicidad: te vi de cerca;
pero no pude hablar contigo.
Ya voy sintiéndome cansado...
Cuando en la orilla del camino
me siento a ver pasar a muchos
que hacia ti vayan cuál yo he ido,
tal vez te atraiga mi reposo,
mi displicente escepticismo,
mi resignada indiferencia,
mi corazón firme y tranquilo;
y, paso a paso, a mí te acerques,
sin que yo llegue a percibirlo,
y, al fin, sentándote a mi lado,
hablarme empieces: -Buen amigo...
¿Será mejor el no buscarte?
¿Será mejor el ser altivo
en la desgracia y no sentirse
juguete vil de tus caprichos?
Yo sólo sé que cuantas veces
con más afán te he perseguido,
más fácilmente, hacia más lejos,
más desdeñosa, huir te he visto.
Yo sólo sé que cuantas veces
tornó perfil un sueño mío,
Felicidad, te vi de cerca,
pero no pude hablar contigo...
jose santos chocano
Sakkarah -
Un beso.
julio -
Un abrazo