Carta sin ortografía.

Esta sencilla carta
que no verán tus ojos ausentes y morenos,
 ese mínimo saldo de la vida
la escribo porque el alma me reclama
que la deje vivir de tu recuerdo.
Porque mi sangre no aprendió a olvidarte,
porque tú me acompañas en el tiempo,
porque fuiste lo simple, lo callado,
lo dulce, lo pequeño,
que nos deja sentirnos algo buenos...
Escribirle a la novia de la infancia,
es ponerle "balaca" al pensamiento.
Es ignorar la palabra ortografía
que sin "s" no admite pensamiento.
Es situar en el clima de unos labios
todo el rubor que encienden los cerezos.
Es recordar dos ojos infantiles
en donde estaba repetido el cielo.
Es volver a vivir sencillamente,
es encontrarse elemental y bueno,
es fechar una carta desde el alma,
y de estampilla colocarle un beso.

Jorge Robledo Ortiz

11 comentarios

[ESPARTACO - 03 de febrero de 2007 - 06:29]

Cartas como está son las que escondemos celosamente como tesoro en algún baul o caja debajo de la cama...Un beso Sak

[Sakkarah - 02 de febrero de 2007 - 17:49]

¿En serio, Capitán? Un besito.

[Capitán Pescanova - 02 de febrero de 2007 - 17:21]

Caray, que me emociono.
Un beso.

[Sakakrah - 02 de febrero de 2007 - 14:56]

Es preciosa, lobo...

Me quedo con todos.

Muchas gracias y mil besos.

[Sakkarah - 02 de febrero de 2007 - 14:53]

Si es bonita la carta, si.

A mi me encantó.

Un beso, Margot, y un enorme abrazo.

[la_sombra - 02 de febrero de 2007 - 14:43]

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Solo...
LA MUJER IMPOSIBLE

Bella como la noche y como ella insegura
la mujer imposible llegó a mi corazón.
Tenía en la mirada un poco de amargura
y tal vez un poquito de menos ilusión.

No dije una palabra. Respeté la ternura
que sellaba sus labios a toda confesión.
Una anillo de llanto suplía en su cintura
la vanidad coqueta del fino cinturón.

Su voz era la misma. Un poco más callada
como si presintiera que estaba la alborada
reuniendo silencios para poder nacer.

No adelanté un reproche. No quise interrogarla
y comprendí que el llanto que estaba por llamarla
jamás a mi cariño la dejaría volver.


Jorge Robledo Ortiz

Un beso a elegir.

[Margot - 02 de febrero de 2007 - 14:41]

Si pudieramos conservar esa inocencia; si pudieramos conservar algo más que los recuerdos.

Es una carta preciosa. Me recuerda a muchas de esas cartas que de vez en cuando escribimos para nosotr@s, esas que nunca leeran otros ojos...

Un abrazo, muy grande.

[Sakkarah - 02 de febrero de 2007 - 14:40]

Si lo agradece, Julio. No deberíamos perder toda la inocencia...

Me alegra que te guste

Un beso.

[Julio - 02 de febrero de 2007 - 14:27]

Muy bonita, muy bonita. Conforme la vas leyendo, vas recordando la inocencia de la niñez y el corazón lo agradece.

Un abrazo

[Sakkarah - 02 de febrero de 2007 - 09:54]

Me alegro que te guste, y que te haga dejar tus letras.

A mí también me gusta mucho, me la regalaron y yo la puse.

Son bellos los amores inocentes.

Muchos besos, Viejo farero, me hace ilusión verte por los blogs.

[El viejo farero. - 02 de febrero de 2007 - 08:48]

Es preciosa. Tal vez sea por la sencillez que emana, tal vez porque me ha hecho recordar una novia que tuve, hace ya muchos muchos años, cuando apenas si sabía poner la fecha en un cuaderno que tenía hojas y hojas llenas de su nombre. Hace tiempo escribí algo sobre un chiquillo que le pasaba lo mismo, igual escribía sobre mi mismo. Uno de estos días lo dejaré en mi blog, así, entre el tuyo y el mío, volveré una vez más a aquellos dulces días. Es un placer leerte, aunque eso no es ninguna novedad.

Un beso.

El viejo farero.