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Sakkarah

Aprendi...

Aprendi...

Aprendí a esperar, hasta llegar a creer que la espera sería eterna.
En mi quietud alimentaba el amor de manera unilateral,
Y la muerte miraba de cerca el sentimiento.
Me encontré perdida en un sueño tenebroso, alcanzado por la noche

Se hizo el llanto del violín en mi alma
Y siempre el río presente, con sus aguas corriendo sin retorno
En las estrías del tronco de un árbol milenario, me pierdo.
Allí escucho la cadencia del viento con las hojas

Hoy sé que un pétalo hermoso cae, y se marchita.
La piel va perdiendo su tersura,
y el alma deja de comunicar a los labios,
Para sellar toda puerta de acceso.

Sakkarah

8 comentarios

Sakkarah -

Si, todo pasa, y queda la enseñanza...

Un beso.

Jnj -

Pero, como dijo el poeta: "Todo pasa y todo queda".

Sakkarah -

Es difícil volver a abrir puertas cuando se cierran...

Un beso, bonita.

ktheryn -

hermoso pero muy triste...
por más de que una puerta se selle siempre habrá otra. lo que pasa es que a veces nos duele tanto la que se cerró que no miramos las que se nos abren..
un beso.

Sakkarah -

Gracias Ignatiu, me alegra mucho verte. A mi me fascinan tus letras.

Un beso muy grande, y gracias por esa nota.

Sakkarah -

Es cierto, Hannah, todo pasa, y siempre amanece.

Un beso, me alegra verte.

ignatiusmismo -

Además de tu compañía, me gusta tu poesía. Te dejo una nota sostenida del violín de mi alma.

Hannah -

Nada se sella si uno no quiere. Cierto que se envejece. Cierto que el amor puede no ser correspondido, pero después del dolor uno recobra su ser al igual que después de todo invierno, llega siempre una primavera.
Un abrazo
Hannah