Tantas veces...
Tantas veces me di en la vida, tantas no dejé de intentarlo por saber que era sólo un parpadeo, que maña no podría estar... Y aún así va a ser tarde para mí. Por amor deje, en ocasiones, mi dignidad colgada en un perchero. Salí con el alma desnuda y volví con ella hecha jirones.
Mis labios nunca sellaron mis palabras, y ellas no supieron devolverme el eco para aplacar la tristeza; pero ellos no dejaron la mueca aprendida de la sonrisa. Poco pedí, y, en igual medida, fue escaso lo que recibí. No busqué apoyo, y no hubo una columna que sujetara mi espalda cuando sentí el cansancio de esta absurda existencia. No pude sujetarme a un brazo que diera seguridad a mis pasos.
Los contratos solo fueron para mí papeles, y no por ello dejé de estar asida a sus orillas para no rasgarlos. En cielos azules envolvía cada promesa, y todas ellas se convertían en noche. Emprendí caminos con los pasos contados, sólo pude ser arquitecto de entradas al garaje del sin sentido. Mis ojos se perdieron en horizontes de ensueño, y al alargar la mano, la niebla todo lo inundaba.
Hoy he aprendido que yo misma soy la nada.
Sakkarah
4 comentarios
Sakkarah -
Un beso, Dino
Dinosaurio -
Como ya sabes bien, querida amiga, la lucidez duele y encima se paga muy cara. Pero el que sabe que paga, no debe nada (aunque suene a perogrullada).
Un beso grande.
Sakkarah -
Un beso, Tarek.
Tarek -
una abraçada