Caballo.

Una búsqueda constante e inmisericorde del raciocinio, le llevaba hacia la desesperación del que nunca lo podría albergar en si. Búsqueda inconclusa era la suya, mientras sus herraduras se oponían a dar tregua.
Relinchaba y se elevaba incontenible. Sus crines al viento quedaron como símbolo de la pasión estática.
Sakkarah
2 comentarios
Sakkarah -
Es mejor esa libertad salvaje, que el establo.
Un beso.
montse -