Tu piel era blanca
Tu piel era blanca
como el aliento de la aurora
tibia y húmeda del Norte,
y tus manos escarcha
derretida en mi sexo
y mi deseo.
Corrompimos el rito
de lo establecido,
sin sacramentos,
sin todas esas cosas
que no sentimos
cerca de nuestro fuego.
Animales fuimos
entre el celo y la furia
Viva, ciega entrega
que nos hizo prófugos
en la seca boca
de los centinelas
de la niebla
y de la envidia.
Batiscafo.
2 comentarios
Sakkarah -
Gracias por pasar. Un beso.
julio -
Un abrazo