La pasada primavera.
Esperaba la primavera... Uno pone sus ilusiones adelantándose al tiempo; parece que todo sucederá mañana.
Sin querer planificar, se presentaban los sueños; los inacabados sueños. Ya llegó, y no apareció salpicada de flores, ni de humedades verdes. No ha traído nada para hacer vibrar la astenia. No dejó una rosa en el violín que hace sonar mi melodía.
Ha entrado cono ladrona furtiva arrancándome los bellos recuerdos, para hacer con ellos pasto donde reclinen las hojas secas del próximo otoño. La brisa ha pasado cerca, y mi oído atento no pudo captar el susurro de unas palabras tiernas. Se ha acercado y, en sorprendente remolino huracanado, se llevó el sonido de mi risa.
Un abanico roto de varillas tronchadas, junto a mi pecho, espera el estío
Sakkarah
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