Mis manos.
Mis manos empiezan a acariciar los minutos, moldeándolos, voy a crear dicha. De cada disgusto haré un poema de esperanza creando nuevos sueños. Se me impone la vida en cada despertar.
Lo que es, no tiene otro color del que se ve, sólo hay que cambiar la mirada hasta recorrer el arco iris, No vale la pena el dolor, ni quien lo inflija.
En mi ternura siempre irá implícita la respuesta
Sakkarah
2 comentarios
Sakkarah -
Sabes que me gusta mucho tu penamiento, como escribes. Cada vez que puedo me pierdo por tu lugar.
Muchos besos.
El Argonauta Enmascarado. -
Tus palabras estan llenas de fina sensibilidad y ternura. Es un verdadero placer sumergirse en el océano de tus versos.
Un besazo.