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Sakkarah

Saqué...

Saqué...

Saqué mis palabras del lodo. Poco a poco iba limpiando cada letra, y metiéndolas en el cesto. Cuando hube completado la tarea, cogí la vereda de nuevo, hasta llegar a casa.

 

Estaba algo cansada, porque la labor había sido ardua. Ahora me quedaba pasarlas por el fuego, pero temía que una sola letra envenenada fuera capaz de dirigirse a mi mente, y darle muerte a los hermosos pensamientos que allí se posaban. Por eso, a pesar del cansancio, me puse manos a la obra, y en la sartén metí una moneda de plata. Si se ponía negra, delataría una letra venenosa.

 

Yo sabía de gente que adolecía de ceguera a raíz de haber probado una letra tóxica; por eso merecía la pena practicar ese método de criba.

 

Llegada la noche me sentí contenta, pues la moneda no había cambiado su color, y yo había podido por fin descansar. Hice una tortilla de palabras, tan buena, que me levantaba suspiros. ¡Cuál no sería mi sorpresa, cuando nada más acabar, entré en un sueño profundo e inquieto! Estaba en sitios desconocidos y felices, un mundo diferente que tenía visos de realidad. El amor era como un pasaporte del que nadie se podía desprender, y allí no había ninguna situación triste. Las aventuras eran misteriosas, arriesgadas, e intensamente alegres. Una mano amada tiraba de mí llevándome por lugares insospechados que me mantenían sorprendida continuamente.

 

No se agotó el tiempo, había dejado de existir, y jamás tuve que volver a aquellos lodos que todo lo ensuciaban. Por fin la vida me había ofrecido la dicha de vivir continuamente enamorada.

 

Sakkarah

8 comentarios

Sakkarah -

Me alegro que te guste, Ocho.

Aquí se terminó ya el tiempo de la recogida de setas...

Un beso.

ocho -

!!!!Que bella imagen!!!!! que bonito. ahora que es tiempo de recoger setas. BS

Sakkarah -

Jajaja, es que en sueños se consigue todooooo. Un beso, guapa.

Cris de Gramont -

Wooooooooooooowwwwwwwwww!!!!
Precioso, me ha encantado.
Que sigas dichosa y sigas en ese camino de la mano amiga.
Petonets

Sakkarah -

Jo...Tener amigos así es un placer.

No sólo tienes unos escritos preciosos, sino que sabes repartir esa palabras hermosas entre tus amigos.

Tengo mucha suerte, Viejo farero, de poseer un amigo así.

Mil besos.

el viejo farero -

Si vienen de ti es imposible que esté envenenada una sola letra de tus palabras. A esa tortilla, si me lo permites, quisiera añadirle unas letras como guarnición: Tú eres un encanto de persona, y nsotros, tus amigos, unos afortunados. Precioso escrito. Un beso... ó dos.

Sakkarah -

Gracias a ti, Shobogenzo, por ser como eres y por pasarte por aquí.

Un beso. Sí es bonito el oso, sí.

Shobogenzo -

Gracias por compartir tan exquisita y luminosa tortilla de palabras, y por ese "puede ser" tan vital en el que las cosas se van ordenando solas y se nos abren puertas con vistas al mar...

Un beso grande, como ese osezno peludo, que si te descuidas acabas comiéndotelo a besos.

Hasta pronto!