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Sakkarah

Aunque...

Aunque...

Aunque todos al unísono, no pudiéramos tener la misma meta, hay cosas que se dan por sentadas, como los derechos humanos. Este, por naturaleza, es el deseo de la mayoría; al menos de los que tienen un buen estado de salud mental.

Hay maneras diferentes para ver la misma cosa: Suponiendo nuestras diferencias, se puede competir o, por el contrario, aunar esas características diferentes para compartirlas. Creo que esto último es más enriquecedor, pues en la competencia siempre hay un perdedor. Siendo esto algo tan fácil de dilucidar, el empeño suele ser el contrario; y es que nos dejamos ganar por nuestros egoísmos, y por las envidias que nacen de la competencia.

Siempre nos queda el no callar, y el no conformarse con lo que no es justo. Nos queda la palabra y la acción no violenta.

Sakkarah

4 comentarios

Sakkarah -

Ojala todos los alumnos fueran "mala influencia" como tú...

Tienes razón, hoy sólo prima lo útil, el rendimiento; pero no el "ser".

Hay que ser uno mismo, sin dejarse aborregar.

En el caso de la mujer de Paris, yo creo que es el miedo. Hay mucho miedo y mucha comodidad también.

Somos bastante egoístas y poco solidarios, aunqeu ahora se habla mucho de "solidaridad", todo mentira.

Me encanta que te hayas alargado, y todo lo que has dicho, está con mucho sentido. En todo te doy la razón y pienso lo mismo.

Un beso con cariño, Lector.

un lector anónimo -

Hola,

Estoy de acuerdo contigo en la medida en que hago lo mismo que tú, soy un rebelde (y según otras definiciones del cuerpo docente de donde estudio, un desequilibrado y una mala influencia) el problema de fondo es que ya no somos perdonas sak, somos cosas, se nos educa como elementos productivos de la sociedad… igual soy yo… pero eso me suena a ser una tuerca o algo parecido, si alguien es diferente o piensa por si mismo es apartado… alguien me dijo una vez… que mientras podamos seguir tumbándonos en el sofá a ver las noticias, y continuemos viendo las guerras y otras tantas cosas horribles como algo aj4no a nuestro control, nada cambiará. Un ejemplo de este fenómeno es el caso de una mujer que fue violada en un vagón de metro de París (más o menos lleno de gente) y nadie hizo nada, leí un articulo en el que afirmaban que era por que sentimos que carecemos de la autoridad para poder hacer nada y cosas parecidas, yo creo que simplemente pensamos “no es mi problema” y “¿Por qué debería YO hacer algo?” pensamos sólo en nosotros mismos… y sin embargo cuando nos toca a nosotros nos preguntamos “¿Por qué YO?” y “¿Por qué nadie hizo nada” citando un verso de un poema que no se quién escribió(es una cita aproximada): “Un día vinieron a por mí… y no supe por qué”

Con cariño,
Un lector anónimo

PD: perdonad que me haya alargado tanto y de una forma tan incoherente, estos discursos deben hacerse con la mente y yo, por el contrario no he hecho más que regurgitar una serie de emociones en una especie de sopa sin demasiada puntuación, espero que, pese a todo, os guste.

Sakkarah -

Pues sí, se parece a Sisifo un poco. Y Ghandi es el maestro de la no violencia, ¡cómo no venir al recuerdo!

Ha sido un placer que trajeras a Blas de Otero.

Un beso muy grande.

jnj -

La imagen me recuerda a Sísifo, aunque éste no consiga nunca hacer acopio.

Las últimas palabras, a Ghandi.

No estará de más traer aquí a Blas de Otero:

"Si he perdido la vida, el tiempo, todo / lo que tiré, como un anillo, al agua, / si he perdido la voz en la maleza, / me queda la palabra.//

Si he sufrido la sed, el hambre, todo /
lo que era mío y resultó ser nada, /
si he segado las sombras en silencio, /
me queda la palabra.//

Si abrí los labios para ver el rostro /
puro y terrible de mi patria, /
si abrí los labios hasta desgarrármelos, /
me queda la palabra."