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Sakkarah

Los cojones del caballo de Espartero.

Los cojones del caballo de Espartero.

Doña ..., un reino es un reino, a pesar de los enemigos que haya. No se queje de tener una reina liberal.

Yo tuve mucha falta de afectividad materna, y mi instrucción para gobernar después, no fue buena. Mi madre prefería estar con su nueva familia desde que se casó con el duque de Riansares. Ella sólo me manipulaba. «¿Qué había de hacer yo, jovencilla, reina a los catorce años, sin ningún freno a mi voluntad, con todo el dinero a mano para mis antojos y para darme el gusto de favorecer a los necesitados, no viendo al lado mío más que personas que se doblaban como cañas, ni oyendo más que voces de adulación que me aturdían ¿Qué había de hacer yo?... Póngase en mi caso...»

Como usted bien sabe, Espartero se ocupó de mis cosas durante mi niñez. Él es de Ciudad Real, pero se fue a enamorar en Logroño, de doña Jacinta. La familia de esta, no quería cualquier cosa para su hija, y Espartero era un forastero sin posición. El amor, cuando es verdadero, salta todos los obstáculos, por eso él emigró a Perú para alcanzar una posición.

Dicen que hay que tener amigos hasta en el infierno, y así es. Espartero se hizo amigo del marqués de Murrieta, en Perú, y de esa manera logró hacerse todo un personaje, para poder casarse con su Jacinta.

La boda fue por todo lo alto. Desfiló toda la comitiva sobre una alfombra roja que iba desde la casa de la novia "Reja Dorada", hasta la Concatedral. Quizá lo de los cojones del caballo, pudiera venir de que él la rondaba montado en el. O que al escultor se le fuera la mano al modelarlos.

Le dejo aquí una canción de sus tiempos.

Salud.

Sakkarah en el papel de Isabel II

Por algunos caracteres de mi esquina constitución
Me admiran las mujeres más incluso que ha mi señor
Me dice... Espartero... que me ponga un braguero
Y yo le... contesto... que mis arrestos no son fiestas de guardar...
Y entre los coches yo cabalgo de verdad
Por la teoría de la relatividad
Como sugiere ese cantar tan popular
Voy recorriendo con mis nardos
la calle de Alcalá...
Y si ser caballo fue el gran fallo de mi vida real
Es cosa guapa en esta nueva etapa monumental
Son buenas... las vistas... no hay que matar carlistas...
Y a algunas... turistas... se les va el ojo al patrimonio nacional...
Soy el caballo de Espartero, ¡mírame!
Que no es mejor lucero aquel que más se ve
Y como siga distrayendo personal
Me paso un día por las piedras
la Puerta de Alcalá...
Y entre los coches yo cabalgo de verdad
Por la teoría de la relatividad
Como sugiere ese cantar tan popular
Voy recorriendo con mis nardos
la calle de Alcalá...
La la la la la...

Mecano

2 comentarios

Sakkarah -

Muchas gracias, Javi.

Un beso.

JoseVI -

Buenisimo el tema jajajaja y muy buen blog, hablas de mil cosas, pero me quedo con la parte historica.

Te felicito, de verdad