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Sakkarah

Caballo.

Caballo. El caballo corría desbocado levantando la tierra en polvo de silencio. En su entraña, el corazón palpitaba airado con la vida; la rabia daba fuerza a su galope hacia ninguna parte.

Una búsqueda constante e inmisericorde del raciocinio, le llevaba hacia la desesperación del que nunca lo podría albergar en si. Búsqueda inconclusa era la suya, mientras sus herraduras se oponían a dar tregua.

Relinchaba y se elevaba incontenible. Sus crines al viento quedaron como símbolo de la pasión estática.

Sakkarah

2 comentarios

Sakkarah -

Me ha encantado...

Es mejor esa libertad salvaje, que el establo.

Un beso.

montse -

Algunas veces aminoraba su galope y dejaba que le acariciasen y cepillasen sus crines, para volver a lanzarse a la aventura de su carrera hacía una meta indefinida, su incansable lucha por no pasar sus días en ningún establo, si no ver los amaneceres y anocheceres libre, bajo la luz de las estrellas, sin más compañia que la blanca y bella luna.