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Sakkarah

Lo inefable.

Lo inefable.

Yo muero extrañamente... no me mata la vida,
no me mata la muerte, no me mata el amor;
muero de un pensamiento mudo como una herida...
¿No habéis sentido nunca el extraño dolor
de un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida,
devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor?
¿Nunca llevásteis dentro una estrella dormida
que os abrasaba enteros y no daba un fulgor?

¡Cumbre de los martirios...! ¡llevar eternamente,
desgarradora y árida, la trágica simiente
clavada en las entrañas como un diente feroz!

Pero arrancarla un día en una flor que abriera
¡milagrosa, inolvidable!... ¡Ah, más grande no fuera
tener entre las manos la cabeza de Dios!

Delmira Agustini

2 comentarios

Sakkarah -

Me alegra que te guste, Dino. Un beso.

Dinosaurio -

Bello poema y buen rescate, Sak.
Un beso.