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Sakkarah

Pasó...

Pasó...

Pasó el último tren, aunque todos los sentidos se nieguen, se impone abandonar la estación. La vía en soledad y lejanía marca un camino incierto, cansado y aislado.  

El orín de los raíles habla de tiempos mejores y lejanos. Marca el fin de los sueños, el descanso sin latido. 

Hay una escalera en el nocturno cielo, me invita a subir sus peldaños despacio, mientras voy apagando las estrellas. La luna exige un mayor soplido, se apaga con el fuelle de la última quimera.  

Aire y sueños quitan la luz a la noche. Ya puedo cerrar los ojos y recostarme para la última espera.

Sakkarah

7 comentarios

Sakkarah -

Furgo, tienes razón. Además es bueno adentrarse en el, no dejarlo muy abandonado.

Un beso, socio.

Furgo -

Y mecaguenelanónimo, leches.
Lo hise de nuevo.

Anónimo -

El mundo interior está precisamente para cuando el exterior defrauda. (Y muchísimas veces hasta mola más.)

Ahí estamos, socia.

Sakkarah -

Sí, MDM, pero a veces es mejor cerrarlas, antes de que se derrumben del todo.

Un beso.

MDM -

Las estaciones vacias, sin trenes, sin pasaje, hablan de lo que fue, pero también de lo que puede volver a ser.
Lo importante no es que esté vacia, sino que no esté cerrada.
Besos

Sakkarah -

Gracias, bonita. A mí ya se me fueron todos los trenes, pero no pasa nada. Se podrá vivir sin sentimientos, puede ser.

Un beso.

Mela -

Ni se te ocurra. No vale rendirse y dejar el andén. Nadie sabe cuando pasará el próximo tren de sueños.

No te duermas, no te rajes. La esperanza es la vida.

Beso, pero con condición de colleja como te descuides...