Blogia
Sakkarah

Parecía dormida.

Parecía dormida.

Posé mis ojos en las aguas del mar, allí donde siempre encontraba la serenidad. Un repentino impulso me hizo pasear para encontrar materiales. Había decidido hacerme una casa o cabaña frente a el.

Nunca había construido, pero sabía que siempre que preguntara iría aprendiendo. Me di cuenta de que la gente está deseosa de instruir y de ayudar. Enseguida tuve algún ladrillo, maderas...Decidí no disponer de dinero, pues el poco que me quedaba sólo lo utilizaría para subsistir, para alimentarme frugalmente.

No sería una construcción sólida, pero tampoco mi vida estaba asegurada por gran tiempo. Había decidido entregarme al azar.

Podrían hacerme levantar mi casa, pero estaba en una playa apartada, escasamente visitada. Quizá se decidieran a hacer la vista gorda. Paseé por los contenedores para encontrar algún mueble que hubieran dejado a sus pies. Sabía que había gente que de allí los cogía para alquilar sus casas amuebladas. Enseguida encontré dos banquetas pero el lugar donde aposentar las posaderas estaba vacío. Si encontraba unas cuerdas lo arreglaría enseguida; total yo no pesaba demasiado, y seguro que no tendría visitas.

Enseguida me dieron un colchón semi nuevo y ropa de cama. Esas personas sabían que yo nunca tendría con que agradecer sus cuidados, pero se sentían pagados con una sonrisa.

Cada noche, antes de acudir el sueño, yo moría de terror. Nunca conseguí acallar mis miedos, aunque me daba igual morir. Esperaba la visita con la guadaña incluida; pero quería una muerte dulce. No podía elegir a no ser que yo misma tomara la iniciativa, y no lo haría.

Hoy sé que todo acabo. No sé si soy feliz, pero ya no dependo del amor. Nada me ata mientras flotando veo lo que fue mi último reducto. Nadie puede tocarme, no me ven, pero tampoco me dañan. Pensé que no habría lágrimas para mí, pero noté como les brotaban al recoger mi cuerpo. Parecía dormida...

No, no me aliviaron sus llantos, sólo hubiera necesitado detalles...

Sakkarah

6 comentarios

Sakkarah -

Y eso es lo que suele suceder, Gea...

Un beso.

Gea -

No consuela ver el llanto a destiempo, máxime cuando podría haberse evitado ofreciendo antes, mucho antes de derramar lágrimas baldías, esos detalles que tanto se hacían esperar.

Triste, pero muy bello.

Un beso.
Gea.

Sakkarah -

Si es triste...

Un beso, Capitán. Muchos.

Capitán Pescanova -

Nadie puede tocarme, no me ven, pero tampoco me dañan...
Eso me sobrecoge, sakkarah.
Un beso.

Sakkarah -

Gracias por tu sonrisa...

Se necesitan, sí. Las sonrisas, los detalles...

Un beso.

Margot -

..."pero se sentían pagados con una sonrisa".

En este mundo tan frío y materialista como es el nuestro, una sonrisa es la única moneda capaz de atravesar la carne y llegar hasta nuestro corazón... ¿Cuantas veces la gente, nosotr@s, pagaríamos por ver dibujada una sonrisa?

Hoy le comentaba a una persona amiga que, en realidad, no necesitamos tanto para poder ser felices, que solemos complicarnos la vida... Ya ves, una simple sonrisa puede dar o quitarte la alegría.

Un abrazo, muy grande (y, una sonrisa)