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Sakkarah

Un horizonte.

Un horizonte.

Un horizonte de campos amarillos y ocres, en el que se dibuja un camino. Con andares despistados, una figura se va adentrando en el plano de la lejanía. Atrás quedan las amapolas; y a la vista del espectador, una espalda indefinida va perdiendo la forma.

El sol hace una senda con sus rayos, acogiendo a esa imagen cada vez más cercana. El azul del cielo luce sin mácula, sin nubes. Hay una línea que divide lo conocido del misterio. Hacia allí, ella se encamina.

Sakkarah

2 comentarios

Sakkarah -

Es cierto que siempre queda lejos...

Un beso, MDM.

MDM -

Esa línea está siempre lejana.
Muy bontas palabras Sak.